A raíz de las acciones de Aminetu Haidar, en diciembre pasado, de los manifestantes españoles en agosto, en El Aaiun y de los hechos de septiembre (con activistas apaleados), también en la capital del Sáhara ocupada por Marruecos, se han producido en la opinión pública, y el gobierno español unas reacciones destinadas a infundir miedo en la ciudadanía.
Se trata del miedo a que el apoyo, la colaboración con los saharauis irrite al rey de Marruecos y que, éste, nos haga pagar las consecuencias.
Zapatero expresaba, en diciembre, que él debía velar por el interés general; Moratinos advertía a los “díscolos” que, en El Aaiún, se tenía que respetar la ley marroquí. En algunos foros se levantan voces que claman contra los amigos del pueblo saharaui, advirtiendo que este apoyo acarreará consecuencias negativas para los intereses económicos.
Está claro que Marruecos no tomará la independencia del Sáhara con mucha alegría. Pero, no olvidemos que su socio preferente es Francia; y que, por otra parte, necesitan tener buenas relaciones con su vecino del norte.
Todavía me sorprende ver, por cierto, como se atía el fantasma de la pérdida de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Pero ¿no está meridianamente claro que al rey de Marruecos no le interesa que estas ciudades (frontera con Europa) sean marroquíes? Hacer retroceder, a la otra orilla del estrecho, la frontera con Europa les comportaría un trastorno económico importantísimo.
Desconozco cuál es l’interés general al que se refería ZP. No creo que fuera el de los agricultores valencianos, por ejemplo, ni el de tantos otros colectivos que ven como los productos marroquíes pasan, aventajados, por delante de su casa hacia Europa. Ni a los pescadores, que se deben someter a draconianas imposiciones marroquíes. Ni qué repercusión tiene la venta –por un euro- de material militar a Marruecos. Ni condecorar torturadores, ni...
Por el contrario, un estado saharaui independiente sí que aportaría, y mucho, al interés general. Si el gobierno del Reino de España resolviera todos los problemas que creó en dejar sin cerrar el proceso de descolonización del Sáhara, podría establecer relaciones comerciales ventajosas con el nuevo estado. La primera seria la solución de una injusticia que sufre todo un pueblo.
Las posibilidades económicas del territorio del Sáhara Occidental podrían hacer un estado con un alto nivel de vida. Y el interés general español se podría beneficiar con acuerdos bilaterales.
Conducidas de una manera inteligente y respetuosa, las relaciones comerciales serían beneficiosas para el interés general, el de aquí y el de allá. El gobierno del Reino de España sólo tendría que imitar lo que han hecho antiguas metrópolis como el Reino Unido, o ¡Francia!, convirtiéndose en socio preferente del nuevo estado. Un territorio rico con recursos naturales (fosfatos, uranio, petróleo, pesca...), con posibilidades para la industria del turismo...
Por el contrario, parece que el interés general que tiene en mente ZP, Moratinos & CIA se centra en recoger las migas de pan que caen del banquete que celebra Francia con Marruecos.
La independencia del Sáhara interesa a los intereses generales que deben preocupar a ZP.
Salvador Pallarès-Garí
Presidente de ACAPS la Safor
09.10.10
--------------Este texto expresa la opinion del autor y no de los moderadores del foro.
3 comentarios:
Parece que todos pensamos lo mismo, en lo que respecta a los beneficios futuros en todos los ámbitos, para ambos Estados, el Español y el Saharaui, Pero ZP, tiene otros planes, para garantizar su "jubilación", al igual que hizo Felipe González, estos solo piensan en su beneficio personal, aunque sea quedándose con las migajas, del Rey de Marruecos, y lo del interés general, se lo pasan por…
MNA. Nayem
Creo que estamos en un momento importante, donde la implicación internacional cada vez mayor de organizaciones de derechos humanos, ong's, o simples activistas en el conflicto del Sáhara Occidental puede amplificar el eco de lo que sucede en el territorio. Como en Palestina, como en Timor, hay que internacionalizar el conflicto, que no haya una sola instancia internacional donde el tema del Sáhara no esté presente, y hay que presionar cada vez más a los países con responsabilidades en la represión a los saharauis: Marruecos, España y Francia.
Lo que sucede es que en este incremento del número de activistas internacionales y de la visibilidad de sus acciones la mayoría son españoles (también mejicanos o uruguayos), y eso está asustando mucho al gobierno socialista, al lobby pro-marroquí y a las empresas españolas con negocios en el Sáhara ocupado o en Marruecos.
Ya se está viendo el comienzo de la campaña de descrédito primero, y ya veremos si criminalización después (recordemos lo de "cumplir la legislación marroquí" ¡en un territorio ocupado!. No me imagino a Moratinos pidiendo el cumplimiento de la legislación israelí en Cisjordania, por ejemplo).
Estoy seguro que dicha campaña llegará al máximo con la Flotilla de la Independencia, con el objetivo de que no consiga ni zarpar del puerto.
Y un asunto muy importante respecto a los activistas y cooperantes españoles es lo que pueda hacer el gobierno de ZP después del secuestro de los ccoperantes catalanes en Mauritania (si, ese con el que intentaron relacionar a los Saharauis y el POLISARIO), ya se ha hablado de que se podría restringir los viajes a "zonas de riesgo", mucho cuidado no se use eso para estrangular la ayuda a los refugiados saharauis, los viajes a los campamentos y zonas liberadas, o las misiones a los territorios ocupados.
SAHARA LIBRE YA
Luali brigade
Los saharauis hemos visto durante estos años como Marruecos trabaja para que las relaciones con un estado saharaui independiente no sean nunca una realidad.
Los intereses de España está claro que son sólo y exclusivamente con el sShara libre y los saharauis junto con los españoles debemos luchar para que esto sea una realidad y poner en evidencia a Marruecos y su régimen feudal.
Los intereses generales de España son y serán garantizados por una cooperación con el único país árabe africano hispanoparlante.
Viva la solidaridad del pueblo español con los saharauis.
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