por Anneo Séneca
Llama hondamente la atención que cuando giremos la vista, a cualquier lado del mundo, podemos ver que hasta en los lugares mas inhóspitos de democracia florece el cambio y la remodelación de la clase política. Nadie es imprescindible ni nadie es referencia absoluta, para seguir atribuyéndose ser la luz y la guía del destino de un pueblo, y más, el nuestro que lleva décadas reivindicando su independencia y el retorno a su tierra libre y soberano. Han pasado más de tres largos y arduos decenios, sin que hasta la fecha, haya vislumbrado alguna sustitución de nombres en la alta nomenclatura político-militar del POLISARIO. Se turnan por las diferentes carteras y se cambian los nombres, y hasta disiden al otro bando, pero las estructuras siguen siendo las mismas y erguidas sobre un sistema de leyes que no ha cambiado, todo sigue y seguirá igual".
Profesar la política del relativismo, se ha convertido en el eje central de gestionar y despachar cualquier asunto, de la índole que sea para seguir a flote. La miel del poder al que se han aferrado, sigue siendo y sin escrúpulos la más ansia inmodestia. Los temas de calado importante y de suprema relevancia han sido relegados a la papelera. Quizás les resulte a algunos ínter nautas de este espacio, que soy repetitivo y pueda que sea estático en tocar siempre el mismo tema; mis respetos a todas las interpretaciones que puedan derivar al respecto, pero no hay que olvidar que solo el CAMBIO, es el que genera CAMBIO, nadie puede ser esclavo de su identidad: cuando surge una posibilidad de cambio, hay que cambiar y el momento es ahora. Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo……. Del miedo al cambio; La falta de visión, y de pronósticos altruistas, han amedrentado la cadena interna de una dirección obsoleta y exhausta. El que quiera lograr grandes cambios sin tener fuertes convicciones no será más que un simulador, un oportunista; pero también el otro caso es peligroso, no es posible lograr cambios significativos sin tomar en cuenta la responsabilidad que ellos conllevan. De vez en cuando se ha tenido que parar en el camino a medir las consecuencias de las convicciones, y, por decir de algún modo, la forma más adecuada de plantear las ideas.
En este tipo de asuntos siempre hay un dilema moral: conseguir los cambios anhelados (aunque se sacrifiquen temporalmente algunas convicciones) o radicalizarse eternamente en el mismo punto de siempre aunque nos salgamos de este planeta sin cambios. Tristemente, al final del camino, muchos hombres mueren sin cambios y hasta sin ideas, pues cuando no pueden convertir sus convicciones en realidades se frustran y terminan aborreciéndolas. Creo que una salida honorable sería mirar a largo plazo, plantearse una meta anhelada y tratar de llegar a ella haciendo sacrificios sin renunciar a las convicciones.
Hacer de las convicciones una meta debe ser el objetivo primordial, no de los vaivenes banales e insípidos que transitan temporalmente por la vida como la materia y la falta de escrúpulos. Para conseguir grandes cambios con responsabilidad se necesita un gran sacrificio, y una gran convicción precisamente. La paciencia es el motor que permite que las ideas se concreten, solo el tiempo fija en la mente de un pueblo un ideal de libertad. Es más conveniente (y mucho más lento) invertir nuestro tiempo en cambiar la forma de pensar de nuestra actual dirección que tiene intrínsecos los celos, que no admiten la rivalidad; tarde o temprano llegará el cambio, aunque sea tarde, pero que llegue.
Por todos aquellos que han sacrificado dignamente sus vidas, por un SAHARA LIBRE, el eco de sus voces martiriza nuestras conciencias de que es hora del cambio.
¿Por qué se ha de temer a los cambios? Toda la vida es un cambio. ¿Por qué hemos de temerle? George Herbert (1593-1633) Poeta religioso inglés.
Saludos.
VIVA EL SAHARA LIBRE E INDEPENDIENTE.
ABAJO MARRUECOS
Anneo Séneca - Hayat303@gmail.com
08.03.09
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