6.11.09

Qué no nos engañen

por Salamu H. Bachri

Hay un asunto espinoso que a la mayoría de la inmigración saharaui, al menos la que se encuentra en España, lleva quejándose de él desde hace un tiempo bastante prolongado a nuestro Gobierno, para que éste le encuentre pronto una solución aceptable y provechosa para ambos. Los puntos flacos de nuestra organización son, desgraciadamente innumerables, pero uno de ellos es de vital importancia para el sostenimiento de la pseudo economía que se practica, sin reglas fijas, en los campamentos saharauis de Tinduf.

Cuantos saharauis, después de recorrer la geografía española en busca de un empleo digno, que les sirva para tramitar sus documentos y estar así en situación legal, y que una vez contratados, han tenido la posibilidad de ahorrar dinero, para comprarse, entre otros enseres, un vehículo a la medida de sus necesidades familiares; pero cuando les llega la hora de irse a los campamentos, se ven frente a un gran dilema al darse cuenta de que su operación les salió más cara de lo que en realidad costaba el producto. Háblase pues de las onerosas gestiones que las autoridades argelinas exigen para la aceptación del automóvil, entre ellas, la retirada del pasaporte y la compulsación del mismo, como garantía para la posterior devolución del auto en el momento del regreso, además de los incontables gastos económicos que suponen llevarlo desde Alicante hasta Tinduf.

Pues bien, esa insoportable odisea, a Marruecos le viene como a un anillo al dedo: te permite, conscientemente, que circules por su territorio, además de por los Territorios Ocupados, a cambio de que tú seas generoso y que en cada puesto de control por los que pases, dejes un goteo de sobornos, que tal cantidad en total podría ascender a unos 800 euros. Digo conscientemente, ya que las autoridades alauítas, facilitan esta vía, a sabiendo de que la otra es cara y difícil de sortear; y evidentemente con eso ganan un plus en la confianza de los viajeros que podría traducirse en una cierta acción estratégico-política.

Consciente o inconscientemente, el POLISARIO sigue sin dar una salida a todo esto. Antes de que sea un asunto irreversible y complejo de lidiar he aquí una propuesta que pueda satisfacer a los argelinos y al pueblo saharaui en su conjunto:

1. Crear un organismo competente que tenga su sede en Alicante; y que cada mes registre un cupo de personas interesadas en llevarse sus vehículos a los campamentos. Este organismo, será el que se haga responsable de todas las gestiones del automóvil (su embarco en Alicante, su circulación por territorio argelino y su regularización en los campamentos).

De esta manera, la aduana argelina recibirá una cuota por cada vehículo que haya registrado; y el pueblo saharaui aprovechará la ocasión para dar mano de obra a la inactiva juventud, al ser ella la que se va a encargarse de conducir los vehículos por las distintas ciudades argelinas hasta los campamentos, además de recibir una remuneración económica. Porque al menos si vamos a pagar por el auto, que sea para estimular las musculaturas de nuestra endeble economía; y no para engrosar las cuentas de aquellos miserables que pretenden, de manera encubierta, engañarnos.

Este ejemplo podría bien servirse para casos como los pasaportes, los certificados médicos etc.…, pero entiendo que éstos son arenas de otras costas.

Salamu H. Bachri
salamu86@hotmail.com
06.11.09
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