por Sid Hamdi yahdih
Maruecos ha podido lograr su objetivo con facilidad; pudo engañar con habilidad el pobre y débil gobierno de España. Para Maruecos, la persistencia de Aminatu Haidar de continuar su huelga de hambre en suelo español es un éxito sin precedente; por otro lado el sufrimiento de la activista muy lejos de Maruecos significa, también, el alejamiento de un apersona que causó un dolor de cabeza al reino de Moha 6 a lo largo de muchos años.
El otro sucio en el crimen, España, se encuentro en una situación que se empeore día tras día. Maruecos negó con ironía la petición española de devolver el pasaporte al activista, y negó que ella vuelva a su país con otra manera.
Hora, España tiene que buscar una solución- aunque mágica- para salir de la fosa en la que la empujó Maruecos. España por debilidad clara no podría obligar a Maruecos de dejar la activista volver a su país, es decir, no tiene papel fuerte de presión contra el Reino Marroquí.
En 1975 EE.UU obligó a los españoles favorecidos a la independencia del Sahara Occidental a callarse y a firmar los acuerdos de Madrid con Maruecos, y en 2002, durante la crisis de la isla Leila ( perejil), el gobierno de Aznar ha pedido la intervención y la ayuda de Colin Paul para hacer una reconciliación entre ambos países. Paul lo logró con ironía americana y con presión sobre Moha 6.
Tal vez que la cuerda está bien sujetada sobre la nuca del gobierno de España, este se viera obligado a encontrar una solución rápida a la crisis.
Hora, creo que España no tendrá otra opción, salvo la solicitud de la intervención de Hilary Clinton para que esta haga lo necesario contra Maruecos para facilitar el regreso de Haidar a sus niños y a su pueblo. EE.UU es el único país que pueda secar el sudor frío de España y ayudarle en su crisis con Maruecos: por un lado, la administración Obama podría ganar una nota más en el campo de los derechos humanos, y por otra, EE.UU no quería una pelea, aunque pequeña, entre Maruecos y España.
En resumen, Maruecos no va dejar la activista volver a su país sin la intervención, con un bastón, de un estado pesado como EE.UU, el único país que Maruecos lo temía siempre.
Sid Hamdi yahdih
04.12.09
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