Es un programa excelente y afortunadamente lleva más de veinte años funcionando sin graves problemas. Hoy en día las asociaciones deben endurecer aún más las entrevistas y ejercer más control a las familias de acogida ya que en los tiempos en que vivimos Europa- aúnque una fuente de libertad, aprendizaje y bienestar- está muy sumergida en delitos de escándalo como la pederástia, casos de desapariciones, racismo, etc.. y los niños son los más propensos a tales males.
Pienso que la única intención implícita y explicita, que se esconde tras esta repentina fobia reguladora, no es otra que la fría y calculada reacción del Gobierno Español, contra su propia sociedad civil por su activismo por lo Aminatu si, y por tantas otras reacciones alrededor del tema del Sahara. Me explico: El gobierno Español, es plenamente consciente, que la fuente principal de la que se nutre el movimiento de solidaridad con el pueblo saharaui y que hace que anualmente se crean y se inscriban mas y mas asociaciones de este tipo en su territorio, no es mas que el propio Proyecto de Vacaciones en Paz y toda la dinámica solidaria que sigue su estela. No necesariamente, pero cada niño saharaui que entra en un domicilio español, convierte a su moradores (y hagan numero por miembros de familia de acogida) en potenciales simpatizantes con la situación que vive el pueblo de este niño. Paso seguido, esos miembros, o pasa a engrosar las listas de asociaciones de apoyo al pueblo saharaui diseminadas por toda España, o como mínimo, no dejaran de asistir a una manifestación, en Madrid o donde haga falta, para denunciar la complicidad del Gobierno con la situación que vive el pueblo del niño/a que han tenido en casa. Y la verdad sea dicha, no se que es peor, teniendo en cuenta la sensibilidad que tiene este Gobierno a las "aglomeraciones" reivindicativas, por aquello del descrédito/crédito social y sus consecuencias electorales. Paso siguiente, visitas a los campamentos, mas manis, hermanamientos, y mas visitas a los campamentos, ahora ya con alcaldes, concejales etc.; proyectos, interpelaciones políticas, incluso agendas de programas de partidos políticos nacionales y autonómicos;"más niños, mas solidaridad" y vuelta a empezar.
II Esta ruleta generadora de presión política aplastante, es demasiada para este, y para cualquier Gobierno Español, que aun no quiera enfrentar la problemática Saharaui en su globalidad y en su esencia. Tal conjunción de elementos, encontró su máxima expresión durante la huelga de Aminatu. Parte de la bomba de relojería que representa la impotencia del movimiento de solidaridad con el pueblo saharaui, había explotado y alcanzo de lleno y desprevenido, al Gobierno de Zapatero, llegando a amenazar en tan poco tiempo, su propia estabilidad: partido, exteriores, interior... en fin, el resto ya lo sabemos; vamos, ni la malograda gestión de la crisis económica, le había pisado tan fuerte los talones. Como el peligro sigue latente y su implicación no es exclusive únicamente a un Gobierno socialista-llama la atención el ensordecedor silencio del PP también en este tema-, el Gobierno, va y corta por lo sano: aprobar una macabra Resolución, cuyo objetivo, no es regularizar menos o mas un proyecto que hasta ahora - cumple ya 30 años - no ha dado mayores problemas. El fin, no es pasaportes si, o pasaportes no, por mas que Moratinos aluda a la normativa europea- recuerden que cuando la crisis de Aminatu este, había justificado su autorización de entrada, por ser residente legal, aun y a sabiendas que le habían despojado de su pasaporte- o, que aparenta retar a Argelia trasladándole esa responsabilidad. No, no, todo eso no es mas que marear la perdiz en la que, también convendremos, es especialista este Gobierno, reconocimiento cuasi formal de las Delegaciones del Polisario incluido, que por cierto, no queda claro tampoco si lo de "Nacional", es en referencia a la propia entidad saharaui, que faltaría mas o, a la española por ser la Delegación ante el Estado, diferenciándola claramente, de las que hay ante las Comunidades. Es deliberada la referencia?; es parte de lo mismo; vamos, no seamos tacaños ahora, pensaran, que también el consumidor emocional, sea local o Saharaui, tenga opciones a elegir hombre, no vaya ser que queriendo pasar de largo, nos quedemos de cortos; vendamos humo, que es gratis y este no tiene CO2. Pero no nos perdamos: El fin, según mi juicio, es nada mas y nada menos, que empezar a escribir o así se lo crean- ojo, mas desde Ferraz que desde Moncloa- la acta de defunción del movimiento de solidaridad con el pueblo saharaui en España, que “tantos problemas” les ha ocasionado. Como: asfixiando su principal entrada de oxigeno, o cuanto menos, la razón no menor de su buena salud y paulatino auge: los más de 9000 niños y familias del Proyecto Vacaciones en Paz. A estas alturas convengamos, que lo único inocente de la norma es la referencia a los menores saharauis, no así a su origen, como si tuvieran en la actualidad una condición distinta; y lo único pacifico de su contenido, es el nombre que alude al digno Proyecto objeto de regulación y que en su XXX aniversario, nos merece el más alto homenaje, por sus sujetos y por sus predicados. Mohamed Zrug.
Brillante analisis Hadamin. epero que sigas asin.
ResponderEliminar"agrandar los circulos detoma de resoluciones"
Es un programa excelente y afortunadamente lleva más de veinte años funcionando sin graves problemas. Hoy en día las asociaciones deben endurecer aún más las entrevistas y ejercer más control a las familias de acogida ya que en los tiempos en que vivimos Europa- aúnque una fuente de libertad, aprendizaje y bienestar- está muy sumergida en delitos de escándalo como la pederástia, casos de desapariciones, racismo, etc.. y los niños son los más propensos a tales males.
ResponderEliminarPienso que la única intención implícita y explicita, que se esconde tras esta repentina fobia reguladora, no es otra que la fría y calculada reacción del Gobierno Español, contra su propia sociedad civil por su activismo por lo Aminatu si, y por tantas otras reacciones alrededor del tema del Sahara. Me explico: El gobierno Español, es plenamente consciente, que la fuente principal de la que se nutre el movimiento de solidaridad con el pueblo saharaui y que hace que anualmente se crean y se inscriban mas y mas asociaciones de este tipo en su territorio, no es mas que el propio Proyecto de Vacaciones en Paz y toda la dinámica solidaria que sigue su estela.
ResponderEliminarNo necesariamente, pero cada niño saharaui que entra en un domicilio español, convierte a su moradores (y hagan numero por miembros de familia de acogida) en potenciales simpatizantes con la situación que vive el pueblo de este niño. Paso seguido, esos miembros, o pasa a engrosar las listas de asociaciones de apoyo al pueblo saharaui diseminadas por toda España, o como mínimo, no dejaran de asistir a una manifestación, en Madrid o donde haga falta, para denunciar la complicidad del Gobierno con la situación que vive el pueblo del niño/a que han tenido en casa. Y la verdad sea dicha, no se que es peor, teniendo en cuenta la sensibilidad que tiene este Gobierno a las "aglomeraciones" reivindicativas, por aquello del descrédito/crédito social y sus consecuencias electorales. Paso siguiente, visitas a los campamentos, mas manis, hermanamientos, y mas visitas a los campamentos, ahora ya con alcaldes, concejales etc.; proyectos, interpelaciones políticas, incluso agendas de programas de partidos políticos nacionales y autonómicos;"más niños, mas solidaridad" y vuelta a empezar.
II
ResponderEliminarEsta ruleta generadora de presión política aplastante, es demasiada para este, y para cualquier Gobierno Español, que aun no quiera enfrentar la problemática Saharaui en su globalidad y en su esencia. Tal conjunción de elementos, encontró su máxima expresión durante la huelga de Aminatu. Parte de la bomba de relojería que representa la impotencia del movimiento de solidaridad con el pueblo saharaui, había explotado y alcanzo de lleno y desprevenido, al Gobierno de Zapatero, llegando a amenazar en tan poco tiempo, su propia estabilidad: partido, exteriores, interior... en fin, el resto ya lo sabemos; vamos, ni la malograda gestión de la crisis económica, le había pisado tan fuerte los talones.
Como el peligro sigue latente y su implicación no es exclusive únicamente a un Gobierno socialista-llama la atención el ensordecedor silencio del PP también en este tema-, el Gobierno, va y corta por lo sano: aprobar una macabra Resolución, cuyo objetivo, no es regularizar menos o mas un proyecto que hasta ahora - cumple ya 30 años - no ha dado mayores problemas. El fin, no es pasaportes si, o pasaportes no, por mas que Moratinos aluda a la normativa europea- recuerden que cuando la crisis de Aminatu este, había justificado su autorización de entrada, por ser residente legal, aun y a sabiendas que le habían despojado de su pasaporte- o, que aparenta retar a Argelia trasladándole esa responsabilidad. No, no, todo eso no es mas que marear la perdiz en la que, también convendremos, es especialista este Gobierno, reconocimiento cuasi formal de las Delegaciones del Polisario incluido, que por cierto, no queda claro tampoco si lo de "Nacional", es en referencia a la propia entidad saharaui, que faltaría mas o, a la española por ser la Delegación ante el Estado, diferenciándola claramente, de las que hay ante las Comunidades.
Es deliberada la referencia?; es parte de lo mismo; vamos, no seamos tacaños ahora, pensaran, que también el consumidor emocional, sea local o Saharaui, tenga opciones a elegir hombre, no vaya ser que queriendo pasar de largo, nos quedemos de cortos; vendamos humo, que es gratis y este no tiene CO2. Pero no nos perdamos: El fin, según mi juicio, es nada mas y nada menos, que empezar a escribir o así se lo crean- ojo, mas desde Ferraz que desde Moncloa- la acta de defunción del movimiento de solidaridad con el pueblo saharaui en España, que “tantos problemas” les ha ocasionado. Como: asfixiando su principal entrada de oxigeno, o cuanto menos, la razón no menor de su buena salud y paulatino auge: los más de 9000 niños y familias del Proyecto Vacaciones en Paz. A estas alturas convengamos, que lo único inocente de la norma es la referencia a los menores saharauis, no así a su origen, como si tuvieran en la actualidad una condición distinta; y lo único pacifico de su contenido, es el nombre que alude al digno Proyecto objeto de regulación y que en su XXX aniversario, nos merece el más alto homenaje, por sus sujetos y por sus predicados.
Mohamed Zrug.