por Larosi Haidar
Más allá de lo que se dice y de los distintos eufemismos utilizados, no debemos olvidar que estamos en guerra con el Majzén. Y en general, una de las mejores maneras de guerrear y triunfar es atacando. Para que un ataque sea exitoso a largo plazo, hay que cuidar mucho su última fase, que no es otra que el llamado “Aprovechamiento de la victoria”, fase ésta en la que se remata al enemigo derrotado y se consolidan las propias líneas de cara a un futuro contraataque.
En lo que respecta a nuestra causa nacional, es obvio que desde diciembre pasado nos encontramos inmersos en dicha fase primordial para cualquier victoria y, por lo tanto, debemos concentrar todas nuestras energías para que el derrotado Majzén no levante cabeza. Ejerciendo nuestro derecho a la libertad de expresión y difundiendo las atrocidades perpetradas en nuestra piel por el sanguinario Majzén, estaremos asestándole a este último golpes decisivos donde más le duele… donde más le rabia… en el punto más débil de su frágil y perversa estructura. Estaremos hincando un clavo caliente en la dolorida llaga de los derechos humanos, derechos pisoteados y violados continuamente, y a diario, por las huestes del miramamolín alauita desde hace siete lustros.
Y qué mejor manera de hacerlo que saliendo al aire libre, al desierto, para alzarse en protesta pacífica y escupirle al desvergonzado Majzén invasor toda la verdad de sus cruentas y viles acciones; toda la verdad de sus fechorías armadas de sadismo e ignorancia salvaje; toda la verdad de su malvado aparato represor formado y dirigido por la chusma más carroñera de la delincuencia majzení; toda la verdad sobre la gran mentira “Sáhara marroquí”. Afortunadamente, esto es lo que han hecho miles de ciudadanos saharauis de los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental ante los atónitos esbirros de tres al cuarto enviados por su Majestuosa Majestad. En un santiamén, levantaron campamentos de miles de tiendas. Un mar, una flota de tiendas de telas y harapos erigidas en desafiante postura fálica en las propias narices del hasta ayer todopoderoso Majzén alauita. Con esta noble acción, los saharauis que agonizan bajo el yugo de la ocupación están ofreciendo toda una lección magistral de valor, dignidad y civismo, frente a la ya caduca y rancia respuesta majzeniana convertida en reflejo rotuliano: represión, represión y más represión. El enemigo ya no sabe qué hacer. Las riendas se le están yendo de las manos. Los campamentos proliferan por doquier. Y lo que es peor: el mundo se está enterando de lo que pasa en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos. Y esto último es inaceptable para el Majzén, pues echaría por tierra toda su propaganda goebbeliana y se le echarían encima las organizaciones internacionales que velan por el respeto de los derechos humanos. Es decir, ése es su punto débil, su talón de Aquiles, y qué mejor manera de hacerlo trizas que aplastándolo con el coraje y el pacifismo de otro talón, el Talón de Izik: Gdéim Izik.
Sin embargo, con un solo Paris, es decir, Gdéim Izik y demás campamentos, no será suficiente para que el Majzén entre en razón y corrija el rumbo, sino que hará falta toda una red de Párises con arcos y carcajes repletos de flechas listas para ser lanzadas en todo momento y, así, conseguir rematar al verdugo del pueblo saharaui. Por lo tanto, hemos de actuar, hemos de ser, cada uno, Paris disparando su flecha al talón de Aquiles: debemos divulgar y difundir todo lo que está pasando en los Campamentos de la Independencia de Gdéim Izik, Smara y demás, para que el mundo lea, oiga y vea el infierno que está viviendo el desamparado pueblo saharaui bajo la barbarie del Majzén y su terrorismo de estado. Todo aquel que tenga una pizca de sentido de justicia y de respeto hacia la vida y la dignidad humanas, debería utilizar todos los medios que hay a su alcance para que el mundo, el planeta, lea la verdad, oiga la verdad, vea la verdad. Para que todos sepan la verdad de la víctima, el pueblo saharaui, y la verdad del verdugo, el Majzén alauita. Una vez más, es bueno no olvidar las palabras de E. Burke: “Para que el mal triunfe basta con que los hombres de bien no hagan nada”.
Granada, a 23 de octubre de 2010
P.S.: Sin olvidar que (afortunadamente y gracias a Dios) siempre nos quedan las armas…
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¿DONDE ESTÁN NUESTROS DIRIGENTES?
ResponderEliminarDesde el alto el fuego nuestra direccion ha ido de mal en peor: concesiones gratuitas al enemigo,corrupción ( salvo contadisimas excepciones)despotismo,tribalismo,carencia total de la resposabilidad de estado,instituciones inoperantes,exodo masivo de los cuadros cualificados y un largo ect.
Hasta cuando vamos a resistir este bochorno que nos hacen pasar unos señores ineptos que se aferran a la poltrona.
Aprendamos de los territorios ocupados. ES HORA DE QUE DIGAMOS BASTA YA! La tirania es la misma, la ejerza un marroqui,un saharaui o un ruso.
La cosa es seria, afecta a nuestra dignidad.
MERECEMOS SER DIGNAMENTE REPRESENTADOS !
22/10/10 20:03
Un artículo imprescindible que sintetiza el sentir de muchos. Gracias.
ResponderEliminarPor cierto, es de los pocos artículos que consigo leer entero sin vomitar dos veces por párrafo leído. Gracias de nuevo.
Ya son dos los Saharauis asesinados por el ejército marroquí.
ResponderEliminarhttp://www.guinguibali.com
Sr.Larosi Haidar.
ResponderEliminarSolo confio en la lucha dentro del sahara, cualquier otra desde fuera, tiene un impacto débil.Ese tipo de lucha, como el protagonizado por los sahrauís del Aaiun, desplazandose,y acampandose en jaimas, igual como sus patriotas en el exilio, pero esta vez en el mismisimo Sahara ocupado.
Siempre me pregunto ¿qué esta haciendo nuestra gente en el exilio desde hace 20 años de un total de 36años?. Esta gente tan preparada, superentrenada, para cualquier tipo de lucha, ¿qué espera en la tierra de Argelia?. ¿Porqué no se une y desde hace ya años con su otro mitad creando una enorme fuerza luchando por lo que creen es derecho legitimo, en vez de podrirse con el tiempo, en un trozo del inhospito desierto de ese pais amigo y aliado? Para continuar allí tiene que ser por una enorme razón y no hay otro más que la guerra. O sea, tenian que haber hecho la guerra por el Sahara, o todos tenian que haber estado dentro de su tierra el Sahara.Sólo así la población por si misma haga lo que pueda, no hay otra opción.
Aunque contempla la independencia del Sahara, como un deseo, que cada año que pase estaría mas lejos que nunca y esta siendo cada vez mas una utopía como la justicia en sí...El hombre, cuando deja de luchar por la justicia, su vida se convierte en una salavaje corrupción, ruina y hace imposible vivir.Algo semejante lo estan viviendo los sahrauís en los TTOO y también lo estan siendo los que viven en El exilio.Pero tb es perjudicial dejar el esperitu de la independencia vivo, esto no tiene duda alguna, conociendo Marruecos, su santo Majzen y Monarquía!
Pero hay que reconocer,desgraciadamente,que nosotros los sahrauís tenemos grandes desventajas y enormes limitaciones de lo que somos capaces en conseguir con nuestra legitima lucha (ese no es el lugar de contarlos). Sobre todo, que no llegamos nisequiera a cuarto millón de habitantes y encima divididos entre Marruecos y Argelia. El tiempo, nos esta demostrando, que estamso siendo, como un Erizo (Ganfud) entre dos hambrientes Hienas (Dabaín) enfrentads, que cada una quiere hacer de el un bocado.
En fin..esto, solo, es una openión mía. Yo, he sido y sería siempre, con lo que quiere mi gente en el exilio y en el sahara ocupado, sea posible, sea imposible, eso no lo cuestiono.¡ Ojala me equipoco yo!.
Querido Larosi:
ResponderEliminarTe felicito por tu extraordinario artículo de reflexión n donde una vez más has demiostrado tu gran profesionalidad como un intelectual saharaui preocupado por la noble causa de su pueblo y tu inmenso amor por seguir luchando para que l@s saharauis tengamos una patria libre y democrática.