por Haddamin Moulud Said
Vaya por delante, nuestra más profunda solidaridad con las familias de Ainhoa Fernández del Rincón, Enric Gonyalons y la italiana Rosella Urru y el compromiso, no ya de las autoridades saharauis, sino de la propia sociedad civil saharaui, de que no descansará hasta conseguir la pronta libertad de los tres cooperantes. También, nuestro deseo de que los dos saharauis heridos (uno de ellos, Omar Mohamed) se recuperen los más pronto posible.
No obstante, merece la pena detenerse, por un momento, en las circunstancias en las que acontece el hecho.
Primero.- A nivel de los Campamentos de Refugiados.
La presencia anual de decenas de miles de europeos en los Campamentos saharauis es la mejor prueba de la seguridad que se respira en esos Campamentos. A las experiencias vividas por cada uno de ellos nos remitimos para corroborar ese dato. Los índices de criminalidad en los Campamentos de Refugiados Saharauis son los más bajos de todo el mundo. En más de 36 años, las muertes por actos violentos no pasan de cinco casos. Por lo demás, es de sobra conocida la ausencia de redes u organizaciones de corte ‘yihadista’. En cualquier caso, los informes de los distintos cuerpos de seguridad de los países occidentales confirman la ausencia de vínculos entre los saharauis y el terrorismo ‘yihadista’.
Finalmente, recordar que los Campamentos de Refugiados son el lugar donde vive y se organiza el pueblo saharaui en su lucha contra Marruecos por conseguir la independencia y la libertad del Sahara Occidental.
Segundo.- A nivel regional.
Indudablemente, las claves regionales, explican mucho mejor las coordenadas de este vil acto.
El momento del hecho. Existen otras épocas del año, en las que los Campamentos, prácticamente, se inundan de europeos. En las fechas del ‘puente’ de diciembre, Navidades y Semana Santa, los Campamentos reciben a miles de europeos. Sin embargo, el secuestro se ha producido fuera de esas fechas, en las que la mayor presencia de potenciales víctimas habría aconsejado la ejecución del secuestro. ¿Porqué?
Sencillamente, porque el secuestro obedece a una estrategia cuya autoría apunta, sin lugar a dudas, hacia Rabat. Acaba de morir Gadafi y, Marruecos, necesita desesperadamente atraer la atención del mundo hacia otro lugar. Por eso no han podido esperar, lo han hecho ahora por exigencias del guión trazado en Rabat.
Desde hace años, Marruecos, viene enfrascado en una batalla por manchar la imagen de la lucha del pueblo saharaui. Venga o no a cuento, Marruecos, no para de inundar los medios de comunicación con noticias completamente falsas cuya única finalidad es vincular a los saharauis con el terrorismo.
A nivel diplomático, la ONU, lleva años intentando conducir unas negociaciones directas entre el POLISARIO y Marruecos para alcanzar una solución al conflicto. Sin embargo, Marruecos, pone toda clase de trabas a esas negociaciones y, más aún, tiene la clara intención de desentenderse de tales negociaciones directas.
Marruecos, contra la voluntad de la Unión Africana, acaba de ganar un asiento como miembro no permanente del Consejo de Seguridad, desde donde pretende, defender su posición contraria a las negociaciones con el POLISARIO.
Es evidente que no le va a ser fácil, justificar su negativa a entablar negociaciones directas con el POLISARIO. De ahí su desesperada necesidad de buscar alguna razón para justificar su negativa.
Así, la única manera que Marruecos encuentra para justificar su negativa a entablar negociaciones directas con el POLISARIO es denigrando la imagen del POLISARIO hasta convertirlo en indigno de negociaciones directas. Por eso se empeña en lazar toda clase de sapos y culebras sobre su imagen para eso, para hacerlo indigno e inmerecedor de la confianza de la Comunidad Internacional para entablar negociaciones directas.
Y el dato que confirma esta tesis, es un dato extraordinariamente revelador:
Todos sabemos que Marruecos tiene una pléyade de medios de comunicación, especialmente, cibernéticos que bombardean constantemente con toda clase de noticias. Esos medios, la MAP. MA, ‘hespress’, ‘Lakome’, Goud’, Dakhlanews’, etc, etc, etc, traen las malas noticias de los Campamentos, prácticamente, al mismo instante en que ocurren. En todas las ocasiones en que ha habido una desagradable noticia, en los Campamentos, los primeros medios en informar de ello han sido los medios marroquíes.
Sin embargo, en esta ocasión, y son ya las 13:52 horas del domingo, NINGÚN medio de comunicación marroquí ha dado la noticia. CURIOSO.
Haddamin Moulud Said.
23.10.11
--------------Este texto expresa la opinion del autor y no de los moderadores del foro.
Has dado en la diana amigo Haddamin, no sería la primera vez que Marruecos ataca por la espalda, ya en el año 1981 un 16 de marzo, el coronel Kader y sus comandos fracasaron en su intento de golpe de Estado contra Ould Haidalla, entrenados, preparados y enviados por la seguridad marroquí para derrocar su régimen al reconocer este oficialmente la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Kader y su comando venían de Senegal y los terroristas que secuestraron a los cooperantes en Chahid El Hafed venían de Mali. Curioso, no…. Callefuente
ResponderEliminarA parte de hipótesis ( nada descabellada) de vincular al régimen Marroquí en secuestro llevado a cabo en los campamentos de refugiados saharuis, conociendo de sobras el lugar de los hechos (TACHRIFAT), su situación geográfica dentro de Rabuni, la cantidad de ministerios, la MINURSO, el hospital nacional, la cantidad de tiendas de venta y el trafico continuo de personas en ese lugar etc.. no podamos descartar la participación directa o indirecta de algún saharaui o algunos en este vil acto.
ResponderEliminarLa vinculación de algunos compatriotas en el trafico de tabaco, drogas y el trato con TUAREG, es ya sobradamente conocida por todos y negarlo seria un acto de hipocresía.
la situación económica que se vive actualmente en los campamentos, el descontrol, la frenética carrera por quien hace más dinero, pueden llevar a actos tan viles y cobarde como éste y no pueden ser descartados hasta que AQM, como suele hacer reclame el secuestro.