por Salek Jatri Andala (El Ninserani)
En Marruecos se celebro hace cosa de un mes los 10 años de entronación del rey autodenominado de los “pobres”, 10 años en los cuales se a tratado por todos los medios disponibles por el estado marroquí de mostrar el rostro más amable de la monarquía Alauíta, un rostro que viene acompañado de aires de modernidad y de liberalismo, un maquillaje a medida que cambia el color del rimel según el interlocutor al que se pretende impresionar.
La monarquía Marroquí emplea de una forma muy elaborada golpes de efecto propagandísticos orquestados de manera que su efecto sobre la conciencia de su pueblo le ayuda a legitimar y reforzar su trono, el método es de lo más sencillo, consiste en hacer coincidir un acontecimiento de interés nacional con una determinada actuación del monarca, en la cual el mismo se encarga de proclamar su soberana participación y se autodefine como el vehiculo o la herramienta que todo lo puede y al que gracias a su posición es posible emprender una determinada acción. Así lo entendió en su día Mohamed V, el cual desde su exilio en Madagascar por su oposición al colonialismo Francés, se percato de que la independencia de Marruecos estaba cerca debido a la heroica lucha del pueblo marroquí, y ante el peligro de verse sin su trono, preparó su regreso a Marruecos en 1955 y negoció con Francia las condiciones para la independencia de Marruecos en 1956 (no sin antes asegurarse el trono), de esta hábil manera arrebató al pueblo marroquí su heroico papel por la independencia.
El fallecido Hassan II, de igual manera a la de su antecesor, supo provocar mareas y recoger peces en las turbias aguas de la política. Ante el descontento en el que vivía su pueblo, por la falta de voluntad de la corona para emprender reformas que ayudaran a desarrollar el país, dirigió toda la atención al área de la política internacional, Sidi Ifni 1969 contra España, poco después la guerra de las arenas con la entonces recién independizada Republica de Argelia, y cuando al cabo de un tiempo el inicial efecto sobre la población enfervorizada y sobre el ejercito pasó, la cúpula militar de Marruecos cansada de inmovilismo del soberano, intentó varios golpes de estado (golpes de los que salio ileso y que irónicamente le hicieron rodearse de un “halo de divinidad”), el siguiente paso estaba claro para el entonces Hassan II, alejar el grueso del ejercito de palacio ¿cómo?, pues cambiando de opinión en política internacional y en lugar de mantener su línea inicial de apoyar a sus vecinos saharauis en sus aspiraciones independentistas, pues empezando a reivindicar el territorio del Sahara Occidental como parte de su territorio, provocando la Marcha Verde (camuflando vergonzosamente lo que era una ocupación militar en toda regla con una marcha “pacifica” de civiles portando el Coran) y enfrascando a su ejercito en una ocupación ilegal del territorio y en una guerra contra el pueblo saharaui. Ese fue el golpe de efecto de su reinado, aunque hay que recordar que los cálculos no le fueron precisos, ya que no contaba con la resistencia del pueblo saharaui y el mismo murió sin poder doblegar el ansia de libertad del Sahara.
Mohamed VI, se vanaglorió al principio de su reinado de haber resuelto el conflicto del Sahara, quizás fue la falta de experiencia, o el haber subestimado al pueblo saharaui, pero nunca más a vuelto a precipitarse anunciando la “solución al conflicto”, en vez de ello se a dedicado a esperar pacientemente el momento oportuno para hacer su aparición estelar. El rey marroquí aprovecha la celebración de los 10 años de su coronación, repasa “los logros” de su reinado y olvida los fracasos, al comprobar que su plan de regionalización avanzada, vendido en medio mundo a bombo y platillo, no es secundado ni apoyado y que cada vez es más rechazado por la comunidad internacional (y no digamos ya el pueblo saharaui), pues decide en un nuevo intento de reeditar la Marcha Verde, emplear la política de hechos consumados y dar la espalda a la ONU, sabedor de que su fiel apoyo en el Consejo de Seguridad, Francia, no dejara que prospere ninguna medida de condena contra Marruecos, haciendo uso del tan antidemocrático derecho al veto si fuera necesario.
El monarca Marroquí, intenta dar un golpe de efecto sobre la conciencia del pueblo marroquí, e intenta debilitar la resistencia del pueblo saharaui, valiéndose para ello de una pretendida “J de Picas”, en su mesa de “Meries” presentando al indeseable señor Suelim (Ex-consejero presidencial para las relaciones con el mundo Árabe) como una carta ganadora, sin percatarse que en realidad lo que exponía en la mesa era únicamente un “7 de Trébol.” Poco recorrido le queda a esa baraja, sabedor de ello, ordena que se comience a preparar una campaña nacional en Marruecos, para hacer llegar al pueblo marroquí las “bondades” de su pretendida autonomía para el Sahara (Un burdo esfuerzo por seguir lavando el cerebro de su pueblo).
Por otro lado, desde el lado del Frente POLISARIO, se ha iniciado un ambicioso proyecto diplomático, con el fin de contrarrestar la política mentirosa de Marruecos, y orientado a la difusión y consolidación de la causa del pueblo Saharaui a nivel internacional. Este proyecto saludado por todo el pueblo, llevara la causa Saharaui, no solo a las partes del mundo donde nuestra causa es popular, sino también a aquellas más lejanas, donde nuestra causa es apenas conocida. Para ello el ministerio de relaciones exteriores se ha enfrascado en la tarea de designar emisarios, embajadores, representantes etc.… y aunque dicha designación pueda levantar alguna que otra crítica más o menos justa, hay que reconocer lo positivo de dicha medida, y más si cabe, teniendo en cuenta el gran esfuerzo renovador de la misma, todos los saharauis en una medida o en otra conocemos a alguno de estos designados y creo sinceramente que en su gran mayoría son merecedores de la misma, además de marcar una diferencia con la “vieja guardia” no solo ya en edad, sino y mas importante en preparación académica e intelectual, la gran mayoría son hijos del esfuerzo desplegado desde los inicios de la lucha por el Frente POLISARIO con el objetivo de elevar el nivel educativo del pueblo, son frutos de esa cosecha, y de seguro representaran al pueblo de la mejor manera, periodistas, abogados, maestros, filólogos….., todos conocedores de otras realidades y de otras culturas, capaces de entender la mentalidad de sus futuros interlocutores y de evaluar el peso especifico de cada país en la esfera internacional a medio y largo plazo, de entender la importancia del cometido que se les encomienda y de llevarlo a buen puerto.
Siempre que se toman medidas de cualquier tipo y de cualquier índole, surgen voces disconformes y aparecen mil y una formula mejor o peor argumentadas, que nos describen igual número de formas de llevarla a cabo de mejor manera. Todas opiniones muy respetables, pero no olvidemos que como en cualquier esfera de la vida, solo a los encargados de implementar las medidas, se les exigirá responsabilidad por el éxito o el fracaso de las mismas.
Desde hace años se viene pidiendo y exigiendo a la dirección del Frente POLISARIO y de la RASD, que inyecten sangre nueva (metafóricamente hablando) para renovar las estructuras de poder y dar cabida a la juventud en el organigrama directivo de nuestra sagrada causa. Pues bien, parece que tras varios vaivenes políticos en forma de deserciones, malos planteamientos, y algún que otro desliz, protagonizado en su gran mayoría por miembros históricos de nuestra causa, al fin parece que se ha reflexionado sobre el asunto (siempre he considerado que el tiempo de respuesta de nuestra dirección a los retos que se le plantean es a mi modesto entender lento y un poco torpe, aunque reconozco que las respuestas finales suelen ser bastante bien argumentadas) y se ha optado por empezar por el ministerio de relaciones exteriores, ministerio que tiene entre sus tareas el de presentar y defender la causa de nuestro pueblo en el teatro internacional. Nuestra causa así lo exigía y esperemos que en poco tiempo empecemos a ver resultados a nivel internacional.
Como dije anteriormente se podrá estar de acuerdo o no con la designación de estos nuevos miembros del ministerio de exteriores, con la forma de elegirlos o con los destinos asignados, pero lo que nadie podrá negar es de lo necesario que era tomar dicha medida. Y creo en lo personal que estos nuevos designados, cumplirán de manera brillante con sus obligaciones, todos los saharauis conocemos a alguno de ellos y creo que somos mayoría los que tenemos fe (esa que se encontraba en horas bajas) en que los designados como la medida es aparte de novedosa necesaria y acertada. Y que la misma se debería expandir al resto de ministerios y de estructuras de nuestra sociedad.
Confiemos en que los elegidos sepan llevar con orgullo y valentía el nombre de nuestra causa a todos los rincones del mundo, y dejemos un margen de cien días para empezar a evaluar la medida. Desde este escrito felicito a todos los asignados y les deseo lo mejor en sus nuevos cometidos.
Salek Jatri Andala (El Ninserani)
Murcia. España
15.10.09
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