Quisiera confesarles desde un principio, que me ha costado mucho decidir publicar este artículo, pero creo que ya es hora de que nos expliquemos sin temor a las hipotéticas consecuencias que pueda causar o provocar -en unos u otros- las opiniones libremente expresadas. No podemos seguir siendo presos del discurso único, ni de la absurda necesidad de convertir en principio o principios lo que de ningún modo es.
Para empezar, diré que aquella lucha en la que la traición se convierte en un fenómeno habitual es una lucha condenada al fracaso. Sorprende no la cantidad de traidores -que son muchísimos- si no el modo y la forma en que lo hacen, y aun mas sorprendente el pasotismo con el que nos enfrentamos a tan enfermizo y dañino fenómeno. El hecho de que uno de los nuestros, tenga el rango que tenga, pase a las filas del enemigo ya no debe sorprende a nadie, máxime cuando muchos de los desertores anuncian, por activa y pasiva , delante de nuestras narices y con suficiente antelación su intención de engrosar las filas de los traidores. Hubo casos en los que se reunían familiares y amigos del futuro desertor para hacerle desistir de su anunciada traición y algunos se les agasajaban para que no desertaran. Al otro lado del muro el asunto es vergonzoso, allí floran todo tipo de traidores y vende patrias, basta con mencionar la legión de pseudo-periodistas y técnicos de la televisión marroquí en el Aiun y ver como se afanan en propagar y transmitir lo que los propios marroquíes no eran capaces de hacer.
El fenómeno adquiere tintes realmente escandalosos cuando se trata de miembros de la cúpula del F.Polisario, y si las cuentas no me fallan, nuestra dirección se lleva la palma en el numero de dirigentes traidores comparada con cualquier otra revolución. Es dramático constatar que la opinión generalizada entre la población de los campamentos hacia los dirigentes, se traduce en que el que no ha desertado todavía es por interés personal y no por convicción en la causa ¡Se hacen hasta porras para acertar quien es el siguiente dirigente en traicionar!!
Personalmente pienso que la adicción de nuestra dirección a la traición no es cuestión de ahora, si no que la padecen desde los inicios de la fundación del F.Polisario. Nos están traicionando y nos traicionaron desde el inicio. Nos han traicionado cuando forzaron y precipitaron los acontecimientos a principios de los setenta, involucrado a todo un pueblo en una aventura sin planificación ni preparación ninguna, y sin que haya sólidas razones que justifiquen la premura y la perentoriedad en iniciar la lucha. Los que vivíamos en lo que se llamaba el Sahara Español, teníamos la certeza de que tarde o temprano íbamos a llegar a un entedimieto con España para lograr la descolonización de un modo pacifico y pactado. Los que vivíamos en el territorio colonizado gozábamos de todo tipo de “privilegios” y había buena simbiosis con los colonizadores . Se abrieron escuelas en todas las localidades habitadas y los que querían que sus hijos estudiaran lo podían hacer gratuitamente. La renta per capita del saharaui en aquellos años era una de las más altas de África. Se efectuaban campañas de vacunación en todo el territorio del Sahara, y el Sarampión, la Tosferina, la Difteria y la Polio dejaron de hacer estragos en la población. Había dispensarios en la mayoría de las localidades. Los saharauis eran respetados y su cultura apreciada. En definitiva, no había razón objetiva ninguna de intentar solucionar la cuestión de la descolonización del modo en el que el grupo de los fundadores del POLISARIO lo hicieron. Únicamente analizando y viendo donde y como vivía la mayoría de los fundadores del POLISARIO, se llega a comprender parcialmente la urgencia que tenia aquel grupo de “post-adolescentes” en intentar cambiar el curso de la historia y de los acontecimientos. La mayoría de aquel grupo fundador nacieron y crecieron en el sur de Marruecos; en condiciones de máxima pobreza, rozando en algunos casos el límite de la miseria; Vivian bajo un régimen férreo y sin libertad de expresión ni de asociación. Algunos eran universitarios y tenían inquietudes intelectuales y no tenían sentimiento de pertenencia o de integración en la sociedad marroquí. Se sentían diferentes y veían que únicamente es en el Sahara donde tenían cabida y donde podían dar riendas sueltas a sus sueños y a sus ambiciones. Y no queriendo seguir la formula que los que vivíamos en el Sahara aplicábamos para conseguir nuestro legitimo derecho a la descolonización, optaron por la suya propia y consiguieron convencer a la mayor parte de la población -sobre todo los jóvenes- de seguirles en su propósito de iniciar la lucha armada como medio para conseguir lo que nuestros mayores y notables querían conseguir por otros medios. ¡Nos sacaron de la chistera una bandera que ignorábamos su procedencia y que en modo alguno tenia nada que ver con nosotros! Nos inventaron un nombre -El Frente Popular para la Liberación del Saguiya el Hamra y el Rio de Oro que-de entrada- excluye gratuitamente otros territorios que se podían usar como medidas de presion y bazas a jugar en hipotéticas futuras negociaciones. Fue de ingenuos el delimitar pública y oficialmente el territorio del Sahara Occidental. Y no siendo suficiente aquella ingenuidad, en el 27 de febrero de 1976 nos bautizan como la Republica Árabe Saharui Democrática, que lo de Árabe habría que discutirlo y lo de Democrática habría que verlo. Y no contentos con aquel acumulo de despropósitos, dieron -por la torpeza de su discurso- a entender que éramos comunistas. No obstante y a pesar del parto forzado y pretermino del F.Polisario, la mayoría de los saharauis, queriendo u obligados, no han tenido mas remedio que someterse al liderazgo de un grupo de auténticos desconocidos en la zona. Empezó la operación salvase quien pueda en la escapada hacia el este de la invasión “mauritano-marroquí”y se dio comienzo a una guerra que duró lo que todos sabemos. El pueblo se armó de valentía y se tomó en serio lo de liberar su territorio; todos el mundo cumplía a rajatabla lo que los dirigentes mandaban u ordenaban y ninguno nos atrevíamos a discutir sus decisiones y mucho menos oponerse a lo que dictaban….. todo era por el bien de la causa y todos creíamos y cumplíamos a pies juntillas lo que aquellos dirigentes nos contaban o decían. La confianza - merecida o no - del pueblo en sus dirigentes era ciega, y en algunos casos llega al grado de adoración. En cambio, a los dirigentes se les subieron los humos a la cabeza y algunos se creían que eran poco menos que dioses y comenzaron a hacer y deshacer lo que les venia realmente en gana. Y como es obvio, tantos mandones y tantos dirigentes les llevó a luchas y trifulcas entre ellos mismos, que acabó por salpicarnos a todos en los acontecimientos de 1988.Y a partir de aquel año, se destapó la caja de Pandora y se descubrió el engaño o la traición de los dirigentes a su propio pueblo. Desde entonces, hay un total descrédito que roza el desprecio y una absoluta desconfianza hacia la clase dirigente saharaui, que lejos de intentar corregirse y enderezar el rumbo de la lucha, se están convirtiendo -cada vez más- en aprovechados y corruptos tribalistas y en usurpadores y derrochadores de la poca limosna que llega a la población de los campamentos.
Finalmente no sé quién es mas traidor a la causa: el que se vende al enemigo, o el dirigente que sigue entre nosotros, pero que nos esta matando por ser corrupto; tribalista; inepto; ladrón e inexplicablemente DIRIGENTE.
ABDATI MANSUR
kamall@hotmail.es
16.10.09
PD: Acabo de leer el último articulo de Haddamin Moulud y se me ocurre manifestar lo siguiente:
- Que le honra el seguir en su línea de critica y denuncia a pesar del intento de domesticarle….!no debes tener muchas ganas de ir a Brasil!!
- El artículo lo podáis bien titular: ¡Golpe de estado a golpe de cuñados!!
- Por ultimo y esto es una curiosidad mía; ¡¿A Jadija, le queda alguna hermana por casarse?!
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