por Anneo Seneca
Así recogía el país en su edición digital hace unos días “Aminetu Haidar ha conseguido lo que ningún conflicto armado ni movimiento político había conseguido en décadas para la población del Sáhara Occidental”. Quien se ha querido informar, sabe que los saharauis que viven en el territorio ocupado son tratados como ciudadanos de tercera, mientras los demás están condenados a vivir en campos de refugiados en el desierto. Existen muros de miles de kilómetros de longitud que han costado una fortuna, cuya única finalidad es garantizar la expulsión de gran parte la población autóctona. Todo ello a pesar de que la invasión de Marruecos es considerada ilegal por la ONU y el Tribunal de La Haya.
Gran parte de la responsabilidad está en el silencio mediático que ha existido a lo largo de estos años. Si un problema no sale en los medios, no existe. Si no existe, ningún político se sentirá obligado a actuar, y menos cuando existen intereses que van en la dirección opuesta. Esta forma de lucha es conmovedora, hará que la sociedad preste atención y que por fin surjan políticos que se sientan obligados a pedir que se cumpla la ley.”
Esta dama ha puesto en evidencia la falta de liderazgo de Mohamed Abdelaziz, su débil y fatídica gestión del conflicto ha permanecido al descubierto. Se encuentra en un torbellino de confusiones y contradicciones políticas que la mejor actitud que pueda tener es abstenerse de seguir dando declaraciones. El que siembra vientos cosecha tempestades. Abdelaziz tuvo un pasado impecable y un presente desastroso, nada bueno ha significado para el país en este último lapso de tiempo, más de treinta años de continuismo, donde los únicos beneficiados han sido los privilegiados de siempre, esos que los compatriotas conocemos como “la argolla dorada”. Los maratonianos festivales culturales que organiza su esposa crecen y se desarrollan, las fortunas aumentan, mientras el pueblo languidece en la peor de las desdichas esperando un acontecer que nunca arriba. Nuestra compatriota Aminatu se debate entre la vida y la muerte, y EL POLISARIO se limita a permanecer esperando acontecimientos como siempre, pues sencillamente lleva las de perder. Ahora nuestro presidente se ha inspirado en su afición a la literatura enviando cartas a todas partes: al papa, a la virgen, a la reina de Inglaterra, a la liga árabe…. En su libro de páginas amarillas lleva adosadas todas las direcciones, soñando con que un día accede al reino de Estocolmo para que sea coronado como futuro candidato al premio Nóbel de literatura.
Se engaña quien espera algo de la comunidad internacional, y en especial del papel de España en la solución del conflicto del Sahara, y más aún viendo su actuación tan mísera y sumisa en la situación de Aminatu. Y se engaña también quien cree que la vía diplomática será la puerta de salida al conflicto.
Muchos son los ecos de voz que han gritado: “LA VIA ARMADA ES LA SOLUCIÓN”, pero vos señor presidente, estas rozando la mediocridad al seguir viviendo en un sin saber y seguir rodeado de un incompetente equipo de asesores y gestores. Se habla de que sí hay un cadáver sobre la mesa, las reglas del juego cambiarán en la zona; Acaso será este vuestro deseo de que esta mujer perece en su lucha, dios mío, espero equivocarme en mis pronósticos, pero lo que sí queda claro es que la oportunidad histórica que Aminetú nos ha puesto en bandeja será única, sino se sepa explotar y que mejor manera que decir bien alto y claro: BASTA hasta aquí hemos llegado. Pero vuelta a comenzar nos topamos contigo señor presidente y solo encontramos: frustración, baja autoestima, agobio, impotencia, naufragio al escuchar tus declaraciones de que a pesar de todo, como si nada ha pasado. El POLISARIO sigue comprometido con el proceso de negociaciones con el reino alauí. Acaso no llevas negociando veinte años, 20 años que son 7200 días, 172800 horas en espera de unos resultados superficiales e inútiles. Pues compara todo este tiempo invertido con lo que nos ha cosechado Aminetú en 29 días que son 696 horas. Los números hablan por si solos y el tiempo también señor Abdelaziz.
Los políticos son siempre lo mismo. Prometen construir un puente aunque no haya río.
Nikita Jruschov (1894-1971) Político ruso.
VIVA EL SAHARA LIBRE E INDEPENDIENTE.
MUERTE A MARRUECOS.
Anneo Seneca.
hayat303@gmail.com
14.12.09
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