10.5.10

LOS PELIGROS DE LA ESTRATEGIA DEL POLISARIO

por Haddamin Moulud Said

A estas alturas resulta evidente que la vía de las armas está, definitivamente, enterrada. El POLISARIO cree posible alcanzar la libertad del Sahara Occidental por la vía pacífica y parece asirse, con todas sus fuerzas, a esa posibilidad. Y así lo confirma el reciente comunicado de la, inusualmente larga, Sesión Ordinaria del Comisariado Nacional saharaui, celebrada los días 5,6 y 7 de mayo de 2010.
De los 192 Estados miembros de la ONU, 187 están en contra del actual funcionamiento del Consejo de Seguridad. Sin embargo, el equilibrio de fuerzas a escala planetaria permite, al Consejo de Seguridad, seguir funcionando tal y como lo viene haciendo desde 1945, sin que esos 187 Estados puedan hacer nada para evitarlo. Parece, por tanto, ilusorio pensar que el POLISARIO pueda, por sí solo o acompañado, vencer el dogma de fe del Consejo de Seguridad (el veto).
¿Y en qué afecta esta premisa a la Causa Saharaui? Pues esta premisa implica la imposibilidad de que la Cuestión del Sahara Occidental pase del Capítulo VI al Capítulo VII. Es decir, el Consejo de Seguridad, jamás impondrá nada a las partes. Toda solución tendrá que alcanzarse bajo el paraguas del Capítulo VI. Esto es, bajo el principio dispositivo de las partes. Y esto, el POLISARIO, lo sabe.
El POLISARIO, o mejor dicho, los dirigentes del POLISARIO no saben pero intuyen que, aún así, es posible alcanzar la independencia y la libertad.
Cuando, en 1991, el POLISARIO, guiado por el instinto, que no por la inteligencia, aceptó la implementación de la MINURSO, lo hizo desde la creencia de que al instalarse, la ONU, sobre el territorio, el asunto terminaría resolviéndose de acuerdo a la legalidad internacional. Pero mira por donde que el diablo se esconde en la letra pequeña. Y, no sabiendo, el POLISARIO, leer la letra pequeña, aceptó una MINURSO con funciones, prácticamente, iguales a la de un grupo de turistas japoneses. Su ignorancia les hace reclamar, ahora en el 2010, lo que tenían que haber reclamado en 1991.
Hay que reconocerles, a nuestros dirigentes, su instinto, su intuición y su sentido común. Pero es preciso llamar su atención sobre su falta de conocimientos en muchos temas.
Su instinto, su intuición y su sentido común, les hacen ver que un Sahara Occidental, con su población, recursos naturales y territorio, bajo control de la ONU, no puede sino alcanzar su independencia. Pero su ignorancia les impide hilvanar la estrategia necesaria para que ese control sobre la población, recursos naturales y territorio, sea un control real y efectivo.
El hecho de que la Resolución 1920 no haya creado un mecanismo de protección de los DDHH no revela la enemistad del Consejo de Seguridad con la Causa Saharaui, tampoco revela la enemistad de Francia con los DDHH. Lo que si revela es la ignorancia y el desconocimiento de nuestros dirigentes a la hora de llevar a la praxis lo que su instinto, intuición y sentido común les dicta. Y la prueba está en las declaraciones de fecha 03-05-2010, del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, en las que rechaza las críticas del POLISARIO, alegando que Francia siempre ha apoyado los trabajos del ACNUDH. Cuando la poderosa Francia se niega a reconocer, públicamente, su oposición a la creación de un mecanismo de protección de los DDHH, cuando la poderosa Francia se ve en la necesidad de recurrir a escusas baratas para evitar la creación de ese mecanismo, cuando L’France con su ‘Grandeur’ se ve necesitada de gastar sus energías en salir a responder a unos guerreros del desierto, entonces, debemos concluir que la fuerza moral de nuestros argumentos es tal que, incluso, los poderosos terminan arrodillándose. Pero, desgraciadamente, no sabemos hacerla valer. Ahí es donde reside el talón de Aquiles del POLISARIO: el no saber, el no conocer.
No podemos estar continuamente echando balones fuera, culpando a los demás. Tenemos que ver en qué hemos fallado. Qué es lo que hemos hecho mal. No es posible que no habiendo ni un solo Estado contrario a los mecanismos de protección de los DDHH y, aún así, nosotros nos quedemos sin ese mecanismo. No es posible que con un informe como el de Hans Corell, la UE y otros Estados sigan acordando tratados con Marruecos que esquilman nuestros recursos naturales. Y la prueba de que algo estamos haciendo mal es que, incluso, nuestros aliados violan esa legalidad a la que nosotros apelamos:
- Uruguay importa fosfatos del Sahara. ILEGAL.
- México importa fosfatos del Sahara. ILEGAL.
- Incluso, Venezuela, la Venezuela de H. Chavez, importa fosfatos del Sahara. ILEGAL.
De modo y manera que el mayor peligro de la estrategia del POLISARIO reside en la drástica reducción de los círculos de poder donde se toman las decisiones. Si nuestros dirigentes fueran mínimamente inteligentes, atraerían hacia sí a ese enorme stock de recursos humanos permitiéndole la participación en la toma de decisiones.
De ahí que nuestro lema sea, a partir de ya y que, desde aquí mismo, animo a todo el mundo a reclamarlo:
Una sola petición: “Ampliar el círculo de toma de decisiones”
"طلب واحد :" توسيع دائرة صُناع القرار

Haddamin Moulud Said (ibnuabirabiaa@yahoo.es).Valencia (España)
10.05.10
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