Creo que hay un problema serio relacionado con nuestra cultura política reciente nacida. Este problema se centra sobre todo cerca la oposición y la critica al régimen saharaui o al el movimiento del Poliario).
Los que criticaban la gestión del Polisario son hora muchos, y cada vez son más, y si la situación en general persistirá así en los venideros años, la bola del hielo sería una montaña. La cuestión de la critica/ oposición clara al Polisario es un tema nuevo/ viejo; nuevo en su tratamiento claro y anunciado ( plantar cara directamente a la junta del Polisario y sus jefes en la calle, en las paginas de la web y alrededor de las sesiones del té ) y viejo, porque verdaderamente hubo critica pero secreta y con voz baja, y por razón u otro no llegó a la calle especialmente después de lo que pasó en 1988.
Vamos a atender el asunto sobre un fuego tranquilo sin nerviosismo o entusiasmo ciego o sentimental de un grupo o a otro ( los pro y los contra).
Todos los ciudadanos, corrientes o ilustrados en todo el mundo, aunque vivían todavía en las selvas del Amazon están de acuerdos que la critica consiente y tenaz y la oposición firme son instrumentos indispensables, y son factores vitales para reservar la eficacia de la gestión de la vida colectiva, y que son, en las sociedades modernas signos de la democracia objetiva.
En cuanto a la sociedad/ pueblo/ estado/ revolución saharaui el horizonte y el sentido de la oposición y de la critica no están todavía claros. Hasta hora no sabemos si los descontentos con el Polisario ¡ son sólo criticadores o opositores.!
Según mi opinión sencilla, los descontentos con el Polisario todavía no saben ¡en qué campo jueguen!,y ¡ que quieren y que tienen que hacer para llegar a sus fines y conseguir a sus objetivos, y ¿si es verdad tienen buena fe ( quieren la bienestar al pueblo y tal tal ) o son sólo buscadores de beneficios personales.?
Este tema nos conducía obligatoriamente a determinar la diferencia entre la critica y la oposición en el caso del Polsario. En cuanto a la primera ( la critica), el objetivo de sus autores no debería pasar el marco de la jaima del Polsario: organizarla, limpiarla, mantenerla y reesforzarla como movimiento líder, histórico etcétera. También ( siempre según el lógico simple de la critica) no a otra organización /partido paralelo que puede debilitar la unidad nacional de un pueblo pequeño ante el enemigo. Por otro lado sí, y mil sí a un cambio radical de la junta gobernante y su estilo de gestión, y sí, y mil sí al cambio del agua, pero no al cambio de la botella.
En cuanto a la oposición, su objetivo debería de ser otro y diferente: cambiar la botella y el agua( crear un partido paralelo o movimiento y trabajar para llegar al poder y poner el Polsario en el museo de la historia o empujarlo a la esquina de la defensa.)
Tal vez que haya niebla en el horizonte y haya confusión entre la critica y la oposición, el ciudadano y el militante saharaui no sabía hasta hora que querían las voces descontentos con el Polsario:! ¿querían el substitución del movimiento o sólo su reorganización .!? ¿Quieren cambiarlo o sólo limpiar a su jaima y apretar sus turcas,?. No me dicen ustedes que quieren las dos cosas a la vez.
El núcleo del problema de la critica y de la oposición se encuentra en la mentalidad política de los criticadores/ opositores. Claro que todos dicen que el Polisario es hora corrupta, su liderazgo es viejo, su gestión es mala, su copula actuaba como Chiuoj de tribus modernos, y la lista es larga, muy larga. Los saharauis en las ciudades ocupadas tienen también sus criticas contra el polisario: dicen que el Polisario no ha hecho nada para apoyar la intifada, y dicen que no es lógico seguir la vía de las negociaciones y que el enemigo no entendía otro idioma que la intifada y la lucha.
Por otro lado, quiero hacer claro y sin zigzag: sin objetivo claro y sin organización, las criticas de la oposición contra el Polsario no van despertar ningún miembro de la junta de su sueño. Los opositores y los criticadores también tienen que limpiar su jaima de los mercenarios, los que cambiaban la silla del caballo de la critica por la silla del burro delgado en el día siguiente de su nombramiento en un oficio o en una oficina. Creo que cada uno de los descontentos con el Polsario conocía unos o decenas de compañeros que han dejado la trinchera de la oposición nada más hayan sido nombrado en la órbita de la junta del Polisario.
Aquí no quería decepcionara a ningún opositor. Tampoco aconsejaba a nadie de dejar la critica y la trinchera de la oposición, pero el lamentable es la situación de nuestros opositores: son desorganizados, no tenían objetivos claros, no hacían diferencia entre la critica y la posición, y por ello no creo que podemos cambiar nada.
Sid Hamdi Yahdihsidhamdi@yahoo.fr
30.10.09
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