El reino marroquí, experto en juegos sucios y trampas políticas, empujó España, encabezada por el pobre Miguel Angel Moratinos y Zapatero, a una trampa irreversible: el caso Aminatu Hiadar.
El pobre Moratinos creyó que su coordinación sucia con el Majzan marroquí no tendrá consecuencia ninguna en el futuro. El citado ministro no tuvo suficiente inteligencia para descifrar la trampa marroquí; no entendió que el juego con el majzan es como el juego con un fuego encendido. Por fin entendió que los marroquíes tiraron la pelota a su campo, tiraron una brasa encendida en sus manos, y ellos se quedaron allí, en la otra orilla del Mediterráneo, observando la batalla entre España y el mundo.
El suceso demostró que España en la era de Moratinos y Zapatero es un país muy débil en el campo político, es decir, se engaña con facilidad total. El engaño de España por Maruecos se parecía mucho a un chiste o a una broma.. España, el país europeo democrático, es hora una “victima” de una trampa marroquí. La trampa no ocurrió en un contrato económico o en algo similar, no; el suceso ocurrió en un asunto espinoso, muy espinos, en el de la democracia.
La participación de la España oficial - la España de Moratinos y Zapatero- en la operación sucia del secuestro de Aminatu Hiadar - la famosa defensora de los derechos humanos en el Sahara Occidental, reconocida por todo el mundo- fue un error tremendo, error que tendrá muchas consecuencias negativas, no sólo sobre la fama del gobierno español como gobierno de país europeo, sino, y, eso es más peligroso, sobre una democracia española de casi treinta años de existencia.
La cuerda hora está sujetada muy bien sobre la nuca de España de Moratinos y su presidente, y cada día se sujeta más. El pobre Moratinos no sabe hora que va hacer para salir de la trampa marroquí, sobre todo cuando las voces de los progresistas no dejan de elevarse en critica directa a la política de Moratinos hacía la activista saharaui secuestrada y enferma en España. El problema es que Moratinos no quería tirar la tolla mojada por su sudor, y no quería solucionar el problema como decía la ley y la democracia: Aminatu Hiadar debería de volver a su país y a sus hijos, y el gobierno de España tiene que pedir perdón al activista y su pueblo.
En la actualidad, Moratinos no quería rendirse, además quería demostrar su “inteligencia y su experiencia” en el campo político. Lastima.. Lastima señor Moratinos y tu gobierno... Otro problema: el Ministro no está seguro de lo que está haciendo; sus ofertas se renueven cada día a la activista secuestrada, pero en vano: la primera oferta fue legalizarle su situación, la segunda fue un permiso legal de la parte del gobierno español para obtener el estado de refugiado político en España y, por fin, la oferta más atraída; darle la NACIONALIDAD ESPAÑOLA a aminatu... ¿ Y mañana qué.?
Hora, son pocos los que acusan a Maruecos como el autor principal de la tragedia de Aminatu; todas las cameras y los micrófonos se orientan hacia España. ¿ Pero por qué hacia España.? Simplemente, porque España es un país democrático, mientras que Maruecos no. Simplemente porque la tragedia está ocurriendo en el suelo españole y en directo. Lo lamentable es que Moratinos, por estupidez política, manchó la democracia española y la puso en el banquillo de la acusación.
Todos los saharauis hora están convencidos de que los gobiernos españoles – todos- no aprenden de la historia. A partir de hora, el gobierno de España tiene que seguir una política exterior de un estado democrático o una de uno fascista. Se acabó la era del engaño al pueblo español, la era de exportar una democracia falsa al mundo..
Viva el pueblo saharaui,
Viva Aminatu Hiadar.. Vivan todos los presos políticos saharauis en las cárceles marroquíes.
No a los traidores.. No al colonialismo.
Sid Hamdi Yahdih
30.11.09
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