por ABDALAHI SALAMA MACHNAN
Un día de febrero de 2020, mientras me encontraba en mi franja horaria de descanso laboral, en el restaurante de “Cal Gori Des de 1933” en la ciudad de Rubí degustando del menú del día; como es mi costumbre, a mi paladear le acompaña el periódico La Vanguardia y, así, entre ojeada y lectura diviso en la sección de cultura un reportaje sobre una “docuficción”, se trata del filme Entre perro y lobo (Between Dog and Wolf), coproducción hispano- cubana que narra la historia de los veteranos cubanos de las guerras de Angola.
Los protagonistas de esta docuficción – hombres ahora mayores, soldados reales en aquel entonces – que marchan a las montañas de Sierra Maestra, y regresan a realizar instrucción militar como un ritual casi secreto. Entrenar de nuevo como los soldados que un día fueron, listos para luchar contra el enemigo, hacen de sus entrenamientos una suerte de terapia improvisada: un juego de guerra en el que aún son camaradas válidos, fuertes y, sobre todo, espiritualmente jóvenes.
En este mosaico de recreación de pronto me invade una sensación de nostalgia, se me eriza el vello de la emoción al seguir leyendo sobre estos hombres. Su historia, como la de cualquier guerrero, es intensa, donde reina la oscuridad y la humedad en la selva, y donde la violencia inherente al combate se palpa de otra manera. Se trata de auténticos veteranos de guerra y de sus experiencias. Por inercia todo lo que concierne a Cuba y a su historia me hipnotiza, me retrotrae en el tiempo, mi mente empieza a procesar tanta información, rebobina tantas diapositivas de antaño que debería poner retrovisor. Vivimos tiempos difíciles donde la nostalgia no está de moda y el pretérito cada vez se utiliza menos en las conversaciones. Estamos anclados en el ahora continuo o, aún peor, en la angustiosa inmediatez. Y a veces nos falta objetividad para analizar y diagnosticar lo que ocurre y visión para saber cómo actuar en el futuro.
Es imprescindible conocer la historia, y recordar el bien que Cuba ha hecho en la formación de miles y miles de generaciones de Saharauis. Mirar al retrovisor es imprescindible en la carretera y en la vida. Y, cómo no en la política y en la reciprocidad de devolver el bien. Desde la década de los años setenta y hasta la fecha nos une una relación bilateral y diplomática robusta con la República de Cuba. En más de treinta años las mentes lúcidas de la casa amarilla de Rabuni no se han dignado en asignar a algún embajador a la altura, que nos represente en este país, un perfil solido y capacitado; alguien que se haya formado, estudiado y graduado de sus universidades. El problema es que cada vez tenemos más a las hemerotecas que dan fe de los nombramientos que salen de la cámara acorazada de la casa amarilla de Rabuni, se podría indigestar el actual inquilino de la casa amarilla, sus asesores y su vitalicio ministro de exteriores si “se comieran sus propias palabras”.
Volviendo a la docuficción, que se estrena en la Berlinale, el festival de cine de Berlín, hay un pasaje del filme Entre perro y lobo que describe la alta calidad humana de los cubanos y su ciega fe en luchar contra el mal, se trata de un horrible episodio en que uno de los protagonistas oyó llorar a un bebé en un poblado de Angola y decidió pasar de largo, otro combatiente decidió cogerlo, y entonces explotó la bomba que estaba adosada al crio. Los cubanos libraron una encarnizada batalla en aquel país africano. Entre 1975 y 1991, unos 380 000 hombres de la República de Cuba, un país soberano insular asentado en un archipiélago del mar Caribe, marcharon voluntarios al país africano a apoyar el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA). Allí cayeron mártires 2600 cubanos.
Los que hemos estudiado allí, adquirido conocimientos, amamantado la cultura cubana, respirado su aire caribeño, vivido intensamente sus colores, sus carnavales y sus alegrías nos sentimos eternamente ligados a ella. Nuestro ADN os pertenece y nuestras almas también. Cuba seguirá siendo el horizonte donde reposa la humanidad.
ABDALAHI SALAMA MACHNAN
sah_camaguey99[at]hotmail.com
BCN: 05/03/2020.
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