“Escusado será dizer que este artigo não altera a minha decisão de ir para o Brasil, onde tenho designado resultado”.
El pueblo saharaui ha decidido conceder su representación al F. POLISARIO. Las estipulaciones estatutarias de dicha Organización establecen que el Congreso General es la máxima instancia política de la Organización. En el último congreso, celebrado en diciembre de 2008, la voluntad popular había decidido residenciar, en la figura del Secretario General de la Organización, un considerable abanico de competencias políticas. Por otra parte, el carácter colegiado y la lentitud del Comisariado Nacional Saharaui hacen que, por razones prácticas y de agilidad, otro grupo de competencias se desplace desde el CNS hacia el Secretario General.
En este sentido resulta meridianamente claro que la designación de las personas que van a participar en la anunciada Ofensiva Diplomática, va a quedar, dicha designación, encomendada al Presidente. Se dice, y parece creíble, que algunos otros dirigentes, han participado o han dado alguna recomendación para la composición de esa lista de representantes y embajadores. A pesar de ello, se sabe que la última palabra sobre el asunto la tiene el Presidente. Pero este último extremo es tolerable. Es decir, no llegará la sangre al río por el hecho de que el Presidente sea quien designe a los representantes del pueblo saharaui en el resto del mundo.
Lo que no es tolerable. Lo que verdaderamente resulta inaceptable, es que alguien haya podido usurpar, mediante un golpe de estado en toda regla, las funciones del Secretario General y haya colocado a sus allegados y delfines ahí donde ha querido. ¿Sabe el lector quién es el representante en Londres? Pues, es el cuñado de Jadiya Hamdi. ¿Y quién es el designado como representante en Irlanda? Pues, otro cuñado de Jadiya Hamdi. ¿Y quién es el designado como adjunto en Irlanda? Pues otro cuñado de Jadiya Hamdi. ¿Y quién es la designada como adjunta en Noruega? Pues es un delfín político de Jadiya Hamdi, una joven allegadísima de Jadiya Hamdi que ha hecho un curso de cooperación internacional, en Valencia, gracias precisamente a las gestiones de Jadiya Hamdi en dicha ciudad. Fíjese lector, cuánto es su poder para que ninguno de sus allegados resulte designado en la pobre África o la insegura América Latina o la lejana Asia. A todos los ha colocado en lo mejor de Europa. Vamos, ni siquiera en Europa del Este.
En su día, y en estas mismas páginas de arso.org, habíamos denunciado la inclusión de Jadiya Hamdi en el Comisariado Nacional Saharaui y, también, su designación como ministra en el gobierno de Taleb Omar. Temíamos, por entonces, que las decisiones sobre el ministerio de cultura se trasladaran desde la iluminada mesa del Consejo de Ministros hacia la oscuridad del lecho conyugal del Presidente. Pero hoy, comprobamos, con absoluta incredulidad, que su poder, desde ese mismo lecho conyugal, traspasa los límites del ministerio de cultura para alcanzar a cualquier ámbito de actividad.
Y visto lo visto, claro que se entienden los términos laudatorios con los que el Presidente, durante su discurso de designaciones, ha elogiado a un forero de arso.org, que destaca, sobre todo, por su habitual defensa de Jadiya Hamdi.
A quienes, hasta ayer, éramos residentes en el extranjero, con un trabajo más o menos estable, un futuro profesional y personal más o menos labrado y una estabilidad familiar aceptable, nos cuesta un esfuerzo titánico renunciar a todo para dedicarnos, con entrega y abnegación, al noble oficio de representar a nuestro pueblo en los más remotos escenarios internacionales. El mismo espíritu de entrega y disposición para por la Causa que nos permite sobrellevar ese titánico esfuerzo, ese mismo espíritu, también, nos pone en la inapelable obligación moral de denunciar este tipo de prácticas que suponen un desgaste irreparable a esa imagen exterior a la que se nos invita a defender.
Lo peor es que es éste el espectáculo que ha sido exhibido a los auténticos héroes del pueblo saharaui que acaban de visitar los Campamentos de Refugiados y que, a su vuelta, han sido detenidos por el Majzen. La mejor forma de sellar la alianza entre la población del exilio y la que sufre la represión en las zonas ocupadas, parece que ha sido la de exhibir un alto grado de corrupción.
Haddamin Moulud Said. (ibnuabirabiaa@yahoo.es), en Valencia (España), a 20 de Alfatr Lawal del año XXXVI de la Fundación del F. POLISARIO.
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