20.10.11

Marruecos y la política del Apartheid en el Sahara ocupado

por Sid Hamdi Yahdih

La estrategia marroquí de largo plazo en el Sahara Occidental se ha basado sobre dos o tres ejes: 1) expulsar a la gente autóctona fuera del país, 2) remplazarla por marroquíes y 3) hacerles la vida imposible a los que se han quedado en las Ciudades Ocupadas.
Aquí tratamos - o intentamos tratar- aunque en breve, la situación económica y social de los saharauis que se han quedado en las Ciudades Ocupados.
Si queremos usar términos precisos, lo que está pasando en los territorios saharauis ocupados por Marruecos se considera - según la Ley Internacional- un crimen contra la humanidad: quitarle a un pueblo sus recursos naturales y darlos a los colonos o, decirlo de otro modo, obligar a un pueblo entero a sufrir un tipo de vida difícil en su verdadero país. .

En 1975, cuando llegó la primera plaga de colonos marroquíes al Sahara Occidental, la situación de la populación autóctona saharaui ( los nativos), ha empezado a deteriorarse día tras día. Los primeros colonos marroquíes enviados por el reino Alaui al Sahara - los que formaron la Marcha Negra- se seleccionaban, persona por persona, por el Majsen según algunos criterios: eran, en su mayoría aplastante, pobres, delincuentes, encarcelados liberados especialmente para participar en la Marcha, y, por supuesto, no olvidamos que muchos de ellos fueron, también, miembros de las famosas bandas que llenaban las calles de Casablanca y Marrakech. Estos, nada más pisaron suelo saharaui, hasta que empezaron su nueva vida: se instalaron en las afueras de las ciudades saharauis, ocuparon los edificios evacuados por los colonos españoles y comenzaron, paso a paso y poco a poco, ganando la vida cada uno a su manera: unos recogían pieles tiradas de carneros, otros recogían maderas tiradas, otros buscaban en la basura y una tercera parte se dedicaba a robar las casas de los saharauis, que se dirigieron, obligados, al exilio. Lo que se recogía, entonces, de la basura de las ciudades saharauis por dichos colonos se mandaba, en camiones, a las ciudades marroquíes grandes, y allí se vendía y caro.

A principios del año 1991, la situación económica y social de los colonos marroquíes de la Marcha Negra había cambiado radicalmente: han dejado de recoger todo lo tirado y inútil como las pieles, las maderas etc..; han dejado también de buscar en las basuras de las ciudades saharauis y se convirtieron en "ciudadanos" de primera clase: obtuvieron casas de lujos nuevas, coches de ultima generación y, claro, puestos de trabajo fijos.

En 1992, otra plaga de colonos marroquíes - o otra Marcha Negra de casi 250 miles marroquí- llegó al Sahara Occidental bajo la cobertura de "la participación en el Referéndum". Pero el Referéndum - la causa principal de la llegada masiva de los colones marroquíes- no se organizó a tiempo, y por lo tanto, la ONU no movió ningún dedo para repatriar estos colonos a su país. Y claro, los nuevos colonos, animados por su gobierno y por el silencio y la complicidad de la ONU, y en vez de retirarse, se instalaron en el Sahara ocupado.. Se acamparon en las afueras de las ciudades saharauis y, como sus paisanos de la Marcha Negra del año 1975, empezaron a ganar la vida recogiendo lo inútil y lo tirado en la basura. En 2011, casi veinte años después de su llegada, la situación general de estos colonos que formaron la segunda Marcha Negra del año 1992, ha cambiado también y mucho: han obtenido casas nuevas, coches nuevos y puestos de trabajo.
Ahora son pocos – o nadie- los colonos marroquíes que viven apuros en el Sahara ocupado.

Todo eso ha pasado ante la mirada de los saharauis, los nativos y los verdaderos dueños del territorio y sus recursos. Ahora la situación económica y social de los saharauis es crítica, muy crítica: se convirtieron en ciudadanos de segunda clase, son pobres y, en una palabra, no tienen nada de nada.

Lógicamente - si hay lógica en este mundo-, un pueblo pequeño, como el pueblo saharaui, en un país vasto y rico como el Sahara, tiene que ser, por lo tanto, rico, o al menos, pueblo digno y vive bien y normal.
Y ojo: no debemos olvidar que muchos pueblos, en especial los que conocen el Sahara y su riqueza, creían que el pueblo saharaui, por su pequeñez, si aprovecha lo que tenga de riqueza, será un pueblo muy rico, o más rico que los pueblos de Qatar y los pueblos del Golfo.
Ahora, la situación es al revés: los saharauis, que el mundo un día creía que serían muy ricos, viven en una situación muy complejo. Es decir, viven marginados, ciudadanos de segunda clase, parados y el 70 % de ellos son pobres. Más que eso, los saharauis ahora son quienes luchan para vivir, y son quienes viven en las calles y en las afueras de de sus ciudades en el mismo lugar en que vivían los colonos marroquíes cuando llegaron al Sahara.

El mundo si no da cuenta a lo político del conflicto saharaui- marroquí, tiene, al menos, que dar cuenta a lo humano de dicho conflicto. No es lógico en nada dejar a un pueblo entre las garras de una potencia ocupante que no da ninguna consideración a nada menos la represión.

Sid Hamdi Yahdih
20.10.11

--------------Este texto expresa la opinion del autor y no de los moderadores del foro.
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