por Said Mahamud
El nuevo presidente saharaui el Sr. Brahim Gali fracasa en su primer intento de impulsar políticas renovadas que ayudan a mejorar nuestras instituciones y conseguir los objetivos fundamentales de la causa. El tribalismo y el amiguismo que brillaron en las nuevas asignaciones de los representantes de Exteriores responsabilizan en primer lugar al presidente y en segundo lugar al eterno ministro de Exteriores Mohamed Salem ould salek que no se entera de nada porque lo que han hecho como siempre es rotar la misma gente, la mayoría sin título que acredite su capacidad de representante de todo un pueblo. La única lectura de este nuevo desastre de nuestra política es que nuestro presidente se le acumularon los errores del pasado sin poder corregirlos y que necesita tiempo y experiencia para defender los intereses generales del pueblo saharaui que son más importantes que los intereses personales de una mafia de ineptos y fracasados.
El sectarismo político del Frente Polisario se hace relucir una vez más con lo que está pasando en el Ministerio de Exteriores de la RASD,motivo suficiente para preocuparse y actuar en consecuencias. Los últimos “cambios” esperados desde hace más de dos años en el personal de exteriores son lamentables y decepcionantes. El Ministerio de Exteriores saharaui es un grupo al modo de una secta,donde el jefe sectario es patético,creyendo el elegido de los Dioses ,dando voces a diestra y siniestra ,las que a menudo nadie oye y menos aún obedece y los miembros la mayoría ni saben leer.
Fracasar en lo que se emprende es siempre una posibilidad y ser sectario es haber fracasado antes de empezar. Aunque en política los resultados nunca son absolutos, cabe preguntarse si es normal no tener jamás un resultado positivo sin plantearse una autocrítica. Seamos amplios y generosos al menos con quienes compartimos objetivos fundamentales,el representante puede ser muy trabajador, defender nuestro país en todos los escenarios y aún así no tener la capacidad suficiente para defender los intereses generales de la causa. Creer que una interpretación particular sobre la lucha política es la correcta, imponerla al resto y marginar aquellos que no comulgan con ella, solo conduce al aislamiento y el fracaso. Permitir hoy que elementos sectarios se apoderen de las instituciones o las usen a su antojo en función de interpretaciones o agendas personales, sería institucionalizar el tribalismo y el amiguismo que llevan años funcionando con absoluta permisividad de todos. Si terminamos en manos de individuos autoritarios que no generan empatía, protegidos bajo un manto de invisibilidad que no permite saber en su gestión cuáles son sus aciertos o sus fracasos y consideran inservibles aquellas ideas que no sean las propias, el sectarismo habrá ganado.
El presidente Brahim Gali que arrancó con un buenas intenciones y esperanzas no puede permitir caer en los mismos errores del pasado que todos sabemos y que muchos dirigentes del Polisario no quieren corregir.
De esta forma es difícil triunfar en política exterior si restringimos los puestos de representantes y prohibimos la incorporación de saharauis capaces de ayudar a derrotar al enemigo marroquí y representar al pueblo saharaui con orgullo y sabiduría.
Said Mahamud
said.mahamud[at]yahoo.es
15.05.17
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Este texto expresa la opinion del autor y no de los moderadores del foro.
15.5.17
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1 comentario:
comentario enviado por Emmhammed Al Ghasi
Muy estimado compatriota Mahamud.
Referente a su critica en lo que concierne a gente con cargos diplomaticos que en su mayoria demsotraron sus deficiencias a lo largo de muchos años de ejercicio de sus responsabilidades, me inclino a su valoracion y propuesta. Sin embargo, discrepo con usted de culpar a Gali de todo lo que menciono en su articulo. Tambien le digo si hay un hombre con experiencia amplia, larguisima y que cubre lo militar y dimplomatico es la persona de Gali.
La responsabilidad mas bien recae sobre los mismos diplomaticos por no cumplir como se debe con sus deberes o por no dejar el cargo o no aceptarlo al constatar que no son adecuados para ello.El presidente Gali, esta involucrado totalmente en la regeneracion del Frente Polisario, cosa que toma tiempo. No olvidemos que estan pasando cosas a diario que influyen de manera u otra sobre el conflicto, y que es necesario mantener una situacion de control para no dejar al enemigo hueco por donde entrar.
El cuerpo diplomatico tiene ya los suficientes años y experiencia como para adaptar medidas para mejorarse.Por tanto, mas que responsabilidad del presidente Gali, es la responsabilidad del ministro de asuntos exteriores y de los propios miembros de ese departamento.
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