El silencio de nuestros amigos, aquellos que han levantado el lema de la libertad y el estado de derecho mediante, la fomentación de los principios de la democracia han mantenido un silencio en el caso de las violaciones periódicas de los derechos humanos en Sahara occidental, a pesar de la estancia física del enviado especial de la ONU y la captación de varios vehículos de la MINURSO viendo la brutal paliza que han provocado los agentes de seguridad marroquí vestidos de paisano a los indefensos saharauis, mientras se registraba varios casos de acoso sexual a las manifestantes, de parte de la policía marroquí, algo que en las sociedades de derecho es intocable mientras los medios de comunicación de marruecos son pioneros en desquiciarlo, en un mundo diríamos libre en sus expresiones. El acoso sexual es genéricamente una serie de conductas compulsivas con distintas formas de manifestación. En muchos países es una figura delictiva punitiva que se pena según su gravedad. Y más que nada cuando se trata de una autoridad, es considerada penalmente como un abuso de autoridad, que consiste en tratar a una persona de manera impropia o incorrecta. La autoridad, por su parte, es el poder. De esta manera, podemos decir que el abuso de autoridad del invasor tiene lugar cuando un policía marroquí se aprovecha de su cargo y de sus atribuciones frente a los ciudadanos en una situación indefensa. El régimen marroquí ha transferido todas sus competencias de autoridad a sus agentes con el fin de calmar las reivindicaciones de los saharauis sin tener en cuenta los efectos adversos que conllevan el uso y sobre todo el abuso de autoridad. A la raíz de todo lo sucedido durante la manifestación que coincidió con la presencia física de Cristopher Ross en el Aaiún viendo los hechos con sus propios ojos, aprovechando el espectáculo para comprimir la distancia que hay entre lo que se oye y lo que se ve. Actitud que le sirve de testimonio para la elaboración de sus futuros informes. El arbitraje es diferente porque el árbitro ha presenciado la falta más grabe que puede cometer un jugador, sin ocurrir a la atestación de los guardametas para la decisión final en un partido. Un relato de un acontecimiento de actualidad, que despierta el interés del público en el Sahara occidental, en los campos de refugiados y en todo el mundo.
A pesar de todo lo cometido los medios de comunicación “símbolo de la libertad de expresión” han mantenido el silencio de información sobre el asunto, que conlleva la veracidad de los hechos, la objetividad en la noticia, la claridad lógica durante la manifestación y la respuesta afectiva en los saharauis por la proximidad del evento, en el trayecto independentista.
Diríamos más bien, la causa del silencio es motivada por los intereses ocultos que trazan las líneas editoriales de los grandes medios de comunicación, en plena ignorancia de los principios anteriormente mencionados marcados en el estado de derecho.
España como estado tiene una histórica deuda con el proceso de descolonización en su excolonia. España según Naciones unidades, sigue siendo la potencia administradora del Sahara Occidental, quiere decir administrada occidentalmente a pesar de la ocupación marroquí actual. Hace una semana, que un evento informativo de trascendental importancia para los medios y la opinión pública acontece por segunda vez en la región del Sahara Occidental, sin que los medios de comunicación occidentales a través de sus corresponsales en Rabat, mencionen en lo más mínimo la visita de Christopher Ross desde, donde el Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sahara Occidental ha iniciado su visita a la región del norte de África para buscar una solución que afecta a todos en ambas riberas de África y Europa.
El silencio puede ser intencionado, y posiblemente no a voluntad individual de un corresponsal a quien se le dicta una política editorial a seguir, de una forma directa o indirecta, me pregunto qué es lo que pasa en el conflicto del Sahara. El ciudadano tiene el derecho de ser informado, en un tiempo crucial mientras hay varios medios desplegados en la capital marroquí, e incluso hay la posibilidad de acceder a los territorios ocupados del Sahara Occidental, Sería una ocasión de hacer un buen trabajo profesional y recabar muchas historias, en un escenario en que Ross estará, por primera vez en Dajla, en contacto directo con la población y la sociedad civil saharaui que vive bajo ocupación en un sin precedente bloqueo informativo.
Ahmed Hatra
hetra2[at]hotmail.com
30.03.13
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