Aislado en África donde, con más frecuencia de lo que desea Marruecos, los periódicos, publican las fotos de los Jefes de Estado o de Gobierno, con Mohamed Abdelaziz entre ellos, participando en cumbres a nivel continental en las que Marruecos queda aislado.
Habiendo comprobado que la amistad con USA o, incluso, con Francia ya no es una garantía de impunidad. Intentando frenar al diplomático Christopher Ross dándole largas en dos ocasiones posteriores, ambas, a abril de 2014. Y, sobre todo, agobiado por la presión sobre la cuestión de los DDHH, Marruecos, está enfrascado en una batalla para revertir la corriente a su favor.
Marruecos ha perdido toda esperanza en la población de las Zonas Ocupadas. Lo que siempre había soñado, eso de exhibir, ante el mundo, a una población completamente a favor de la marroquinidad del Sahara Occidental, se ha convertido en la fuente de sus mayores quebraderos de cabeza. La Comunidad Internacional entera y, especialmente, el entramado institucional de Naciones Unidas, tiene los ojos puestos en las Zonas Ocupadas y vigilan, con lupa, todo lo que Marruecos hace o deja de hacer. Es decir, las Zonas Ocupadas, en lugar de ser un escaparate para exhibir ante el mundo, se han convertido en el foco de tensión que le quita el sueño a Marruecos.
Por todo ello, parece razonable pensar que Marruecos está decidido a crear una nueva dinámica que eclipse la cuestión de los DDHH y, de paso, neutralice la actividad de Ross.
A juzgar por los hechos que están sucediendo sobre el terreno, Marruecos, está decidido a dos cosas:
UNA.- La subversión en los Campamentos; y
DOS.- Pescar en las revueltas (por la crisis) colonias saharauis en Europa, especialmente, España.
Habiendo tenido un relativo éxito al conseguir infiltrar a ciertos elementos subversivos que operan desde dentro de los Campamentos, ahora, pretende reforzar esos elementos y, quizás, llevar a cabo acciones de mayor calado.
Se sabe que sus perros sabuesos andan recorriendo las ciudades de las Zonas Ocupadas para reclutar a los jóvenes delincuentes o con penas menores para, a cambio de 50.000 dirhams, mandarlos a los Campamentos para unirse a sus células subversivas.
Hace ya más de doce meses que Marruecos ha cerrado el grifo de las ayudas y prebendas, que ofrecía a los saharauis, que traicionaban su causa yéndose a Marruecos.
Marruecos ya no quiere saber nada de eso de “volver a la madre patria”. Ahora la estrategia es, exactamente, la contraria: exportar, hacia los Campamentos, a todos los elementos que, compra mediante, puedan servir a sus intereses.
Por fin, Marruecos, se ha dado cuenta de que jamás va a poder ganarse los corazones y la confianza de los saharauis. Y, entonces, en lugar de malgastar el dinero trayéndolos al Sahara Occidental o a Marruecos, ahora, invierte ese dinero para enviarlos a los Campamentos con tal de crear problemas en ese lugar. Ciertamente, para Marruecos, los saharauis, siempre serán eso: simples instrumentos para usar y tirar.
El dinero que, antes, utilizaban para comprar a los residentes en los Campamentos y llevarlos al Sahara Occidental, ahora, es utilizado para pagar las primas, por minuto, a los autores de los vídeos que difunde el canal de TV ‘Erheiba’, para esparcir, bajo la oscuridad de la noche, banderas marroquíes en las ‘dairas’ de nuestros Campamentos o para quemar los oficinas de algunos centros públicos. Es decir, el vandalismo y la subversión. En el otro frente, el de la emigración saharaui en Europa y Mauritania, Marruecos, en un ejercicio de aproximación hacia esos segmentos de población, pretende dar la impresión de que la “madre patria” abraza a todos, vengan de donde vengan. Las muchas facilidades que se dan a los viajeros saharauis que optan por la ruta Marruecos, Mauritania, Campamentos, no eran más que un cebo para lavar su imagen.
En 2012, anunciaron la creación de una Plataforma de oposición al Polisario desde España. Aquel anuncio quedó en agua de borrajas. Fracaso total. Ahora, con los mismos personajes, vuelven a las andadas para atraer a la población saharaui residente en España. Para ello, acuden al mercado de las voluntades para comprar a quienes quieran vender su alma a cambio de unos miserables dírhams.
Así, El pasado sábado, 21 de junio, el valor de este tipo de acciones alcanzaba los 10.000 dirhams por cabeza en la bolsa de Rabat. Los 26 saharauis que llegaron a Rabat recibieron esa cantidad y volvieron a España, a excepción de cuatro, que volvieron a Mauritania.
Y como muestra de su voluntad de subvertir y pervertir a los saharauis, a los autores de esta macabra idea (todos conocidos), no se les ocurre mejor idea que invertir el valor religioso y místico del Sagrado mes de Ramadán. Elegir el mes en el que El Corán había sido revelado a Muhammad para convertirlo en un mes en el que algunos se dedican a reclutar a otros para traicionar a su palabra y compromiso, es el colmo de la perversión. Y esto es lo que parece que quiere hacer el grupo que acaba de volver de Marruecos. En Rabat les han citado para después de Ramadán. Pero tienen que aprovechar este mes sagrado para esparcir la desidia, la discordia y la zozobra entre los saharauis, para convencer al mayor número posible de inmigrantes para que se incorpore a su empresa.
Difícil lo van a tener, inchallah.
Haddamin Moulud Said.
ibnuabirabiaa[at]yahoo.es
29.06.14
-------------- Este texto expresa la opinion del autor y no de los moderadores del foro.
