21.10.10

Los bandazos de la decisión

por Haddamin Moulud Said

El pasado día 22-09-2010, la Policía saharaui procedía a la detención (ﺗﻮﻘﻳﻑ) del traidor Mustafa Selma Sidi Moulud. La decisión de su detención (ﺗﻮﻘﻳﻑ) ha sido mayoritariamente aplaudida por la opinión pública saharaui. Como no podía ser menos, los gobernados exigen, de sus gobernantes, un cierto grado de firmeza y les instan a mantener el orden y disciplina internos. La opinión pública entiende que no existe ningún derecho humano ni libertad de expresión alguna que puedan amparar a un traidor. De ahí su respaldo mayoritario a la decisión de la detención (ﺗﻮﻘﻳﻑ) del traidor. Aún así, cabe dividir, en tres, los distintos segmentos de la opinión pública respecto de este asunto: los que muestran su apoyo a la medida, los que se muestran contrarios a la misma y los que se muestran indiferentes, siendo claramente mayoritario el primer grupo.
Pero, apenas catorce días después, concretamente el 06-10-2010, las autoridades saharauis nos sorprendían con la decisión de su puesta en libertad. Sin embargo, tal decisión no ha sido entendida, por la opinión pública, como tal puesta en libertad, sino como una renuncia más por parte de nuestros dirigentes. Al no haber aguantado ni siquiera dos semanas, lo que destaca de la decisión no es ya el contenido material de la misma (puesta en libertad), sino la falta de firmeza de los gobernantes que transmite esa decisión. Y aquí, la opinión pública no habla ya de la detención o puesta en libertad de un traidor, sino que entiende que quiebra otro principio mucho más importante: el de la firmeza en las decisiones que se adopten.
La explicación dada para justificar la decisión de la puesta en libertad no convence a nadie. ¿Cómo es posible que las ONGs que luchan por nuestro derecho a la autodeterminación sean, al mismo tiempo, quienes defiendan a un traidor y adversario de esa misma autodeterminación? ¿Cómo pueden esas ONGs apoyar a quienes reclaman el derecho a la autodeterminación y, al mismo tiempo, apoyar a quien clama públicamente por la abolición de ese derecho? ¿Son, realmente, de fiar las ONGs que así se expresan? ¿Cómo puede el POLISARIO recular con tanta facilidad ante la presión de semejantes entidades?
Ahora, sin embargo, sucede que el POLISARIO, se contradice y, por boca de Mohamed Salem uld Salek, reconoce que el traidor Mustafa Selma “sigue bajo vigilancia”. Curiosamente, las mismas entidades a las que se aludió para decidir su puesta en libertad, el pasado día 06-10-2010, son las que ahora no muestran la más mínima gana para acabar con este asunto. Según, siempre, Mohamed Salem uld Salek, el POLISARIO mantiene todavía contactos con el ACNUR para ver “dónde quiere ir” Mustafa Selma. Han pasado otros catorce días desde la última decisión, y quienes nos dirigen se muestran incapaces de solventar la cuestión.
Visto lo visto, al ministro de justicia y al director general de la Policía y, también, al Fiscal General, no les queda más remedio que presentar su dimisión inapelable. Puesto que la ética política ha quedado por los suelos, al menos, tendrían que aferrarse a lo que les queda de dignidad para dimitir. Sólo así, sólo con esas dimisiones, podrían, las instituciones que ellos representan, salvar su reputación. Es sabido, por lo demás, que la dimisión dignifica a la institución de la que se dimite y permite seguir creyendo en ella. En caso contrario, tales instituciones, resultarían enormemente dañadas por la permanencia, al frente de ellas, de unas personas que han perdido, por completo, toda autoridad moral o política para seguir en el cargo.
Los estatutos internos del POLISARIO, por su parte, prohíben la dimisión. Pero cuál es el fundamento lógico de esa prohibición? Sólo existe un fundamento: se entiende que la dimisión es una renuncia, una dejación, una deserción y un abandono de los deberes y responsabilidades nacionales. Es decir, cuando un cargo político dimite, está abandonando el deber que la Causa Nacional impone a cada uno de nosotros. Esta explicación, que es la que nuestros políticos se ponen en la boca, no es la real. El único fundamento que justifica la prohibición de la dimisión es un fundamento netamente político. Y es el de la perpetuidad en el poder. Ellos mismos se autoprohíben la dimisión para, alegando el deber nacional, seguir perpetuándose en el poder.
Pero hete aquí, que el affaire Mustafa ha hecho trizas, toda la propaganda que los cubre. No existe dejación del deber nacional tan grande como la de no castigar la traición. Desde el momento en que la traición y el espionaje a favor del enemigo son considerados como la mayor amenaza a la Causa Nacional, desde ese momento, despenalizar la traición, como ha quedado patente en este caso, constituye una prueba sólida de la dejación del deber nacional. En consecuencia, el fundamento de la prohibición de la dimisión ha decaído, quedando expedito el camino para dimitir. Sino dimiten, nos obligan a preguntarnos porqué se aferran al cargo? No quedándonos más respuesta que la de los espurios intereses, por completo, ajenos al deber nacional. Por lo demás, el Ministro de Justicia, el Director de la Policía y el Fiscal General han perdido toda autoridad para perseguir cualquier clase de delitos. La decisión de poner en libertad a un traidor altera la jerarquía de valores en la sociedad y pone en entredicho la autoridad de quien, de ahora en adelante, pretenda perseguir los delitos de menor entidad.
Finalmente, no podría concluir este artículo sin advertir al Ministro, ora en África, ora en Europa, Sr. D. Yeslem Beyssat, que la palabra detención no se traduce como (إعتقال). Ningún código penal árabe utiliza la palabra (إعتقال). Es más, no existe ningún Auto de encausamiento que se llame Auto de (إعتقال), o lo que es lo mismo (إعتقال ﻤﺫﻜﺮﺓ). Existe (ﺗﻮﻘﻳﻑ ﻤﺫﻜﺮﺓ) o (ﺍﻟﻗﺒﺾ ﺍﻠﻗﺎﺀ ﻤﺫﻜﺮﺓ), etcétera, pero no existe (إعتقال ﻤﺫﻜﺮﺓ). En cualquier caso, la orden de detención expedida por la Dirección General de la Policía Saharaui utilizaba el término detención (ﺗﻮﻘﻳﻑ), y no el de (إعتقال=secuestro) que es el que utiliza Usted. Por lo demás, no se le conoce, a Usted, faceta poética alguna para eximirle del cumplimiento de las reglas gramaticales. De ahí la exigencia de respetar el significado legal de los términos cuando se habla en nombre del Estado Saharaui. Oyéndole, a Usted, hablar en Aljazeera (http://www.youtube.com/watch?v=sk4vrQTMj1k&feature=player_embedded), uno, no puede evitar la tentación de llamar a Abd Salam Amara, el de AFAPREDESA, para que incluya al susodicho en la lista víctimas. ¿Utiliza ‘Majeinzu’ este término para aludir a los activistas saharauis detenidos o encarcelados en Marruecos) ¿Porqué lo utiliza Usted? ¿Para narrar, en lengua árabe, la persecución y detención de un ladrón o de un asesino, sería correcto utilizar el término (إعتقال )? ¿Porqué lo utiliza Usted para aludir a un delincuente (en este caso, traidor)?

Haddamin Moulud Said. Valencia (España).
21.10.10

--------------Este texto expresa la opinion del autor y no de los moderadores del foro.
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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hadamin -TU,si que vales-..pero eso de: "el 06-10-2010, las autoridades saharauis nos sorprendían con la decisión de su puesta en libertad",en realidad a michos no nos han sorprendido..Nos hubieran sorprendido si actuarian con coherencia y logica,dos facetas que en la "Direccion" brillan por su ausencia.

Anónimo dijo...

Señor Haddamin ni el ministro de justicia,ni el director general de la Policía ni tampoco , el Fiscal General,son responsables de la desicion.Todos sabemos(quizas tambien tu)quien tomo la decision.No es otro que el que tomo la decision del alto al fuego en 19991,no es otro que,este que ha "obligado" a miles de Saharauis a abandonar el proyecto de su vida:La independencia Total:un termino que desgraciadamente ha desaparecido de los estatutos del Polisario.No es otro que el que ha tomado como fin y meta la via de las negociaciones(lease concesiones)..etc..etc..No se debe acusar a chivos expiatorios,cual el culpable real es mas claro que el sol.

Anónimo dijo...

Pues tiene usted razón sr. Haddamin, no se puede estar dando esos bandazos, que tomen una decisión ya, o se le juzga o se le expulsa a donde quiera este individuo, pero cada minuto que pasa en ese limbo es carnaza para la propaganda marroquí, cuando están sucediendo cosas tan graves como la acampada de Gdeim Izik o los encarcelamientos sin juicio de Salem Tamek, Kenán o Dahane.
Sahara libre ya.

Anónimo dijo...

Realmente es muy difícil acusar a alguien de espionaje, a no ser que hayan pruebas contundentes (vídeos, fotos, y hasta eso no constituye una prueba válida para muchos jueces), por eso el Mustafá -réplica al último anónimo- ya está libre en Mheriz y bajo vigilancia por si los marroquíes lo maten y nos hechen la culpa, entre otras cosas posibles, la seguridad sabrá responderte, yo solo hablo de cosas muy probables y lógicas.Desgraciadamente muchos delincuentes en todas partes del mundo están gozando ahora de libertades en vez de pudrirse en la cárcel por falta de pruebas contundentes, así funciona la justicia, aúnque delante de los ojos de todo el mundo esté probada su culpabilidad.Aclaremos algo, el Mustafá ha decidido ser marroquí, en hora buena!, que se vaya a Marruecos o a los territorios ocupados del Sáhara Occidental y cuando se canse de ver a sus compatriotas siendo violados y torturados que aborde una patera e intente buscar el paraíso en Europa,o que se compre un visado y desaparezca de allí. Ello, sin hablar de la intranquilidad emocional y el inmenso cargo de conciencia que le acompañará para siempre. Y qué decir de las pedradas que recibiría de los niños en las calles del Aiún, Smara y Bojador Ocupados. Si ha decidido ser marroquí y contentarse con la autonomía como solución al conflicto, que seguro no ha visto ni sabe qué rayos significa una autonomía bajo la soberanía del rey más dictador y feudal que existe sobre la faz de la tierra (dos meses es nuy poco tiempo para percatarse de que la autonomía es la mejor solución para el conflicto), entonces ¿Por qué quiere volver a los campamentos de REFUGIADOS de Tinduf?. Ya no tiene nada que ver con esos ciudadanos refugiados que precisamente tienen problemas políticas con el régimen que les obligó a ser refugiados, intentando extinguirlos. Para colmo su familia directa no quiere irse a Marruecos. Ahora si quiere estar en Mheriz, zona que él conoce muy bien o cualquier otra región de los territorios liberados, no es bienvenido, pero se le respeta su decisión. Si quiere volver a Marruecos, "su país", a no ser que cambie de opinión y aún está a tiempo, que se vaya pues. Si quiere entrar a Argelia, que pida permiso a las autoridades argelinas. Si quiere ir a Mauritania, allí no tendrá ningún problema, de allí ha venido y llamando por teléfono a la ¿"TV regional del Aiún"?. El show ya está terminando. Por supuesto que hay que vigilarlo puesto que ha traicionado a su país, el mismo que le dió estudios y le perdonó varios robos, porque además,si lo pillan los jóvenes de la región militar donde queda Mheriz, vete a saber qué le harían a un traidor provocador que se ha aliado con el enemigo que mató y asesinó a sus padres y abuelos. Los majenzu saben perfectamente donde se encuentra el dicho sujeto, solo que no quieren mencionar a Mheriz porque estarían reconociendo que está bajo control del Polisario y eso es algo que siempre le han escondido a sus ciudadanos inocentes, los cuales no saben siquiera que existe un muro en la zona, una mision de la ONU (Minurso),y que el Polisario ejerce soberanía sobre el 25% del teriitorio saharaui. De esa manera su población se queda alejada de la verdad y los jóvenes marroquíes de hoy en día no saben ni que su reino ha estado en guerra con los saharauis durante 16 años.En nuestros territorios, que hemos liberado con sangre y sacrificio, no entra ningún marroquí, ni Mustafa ni ningún otro extranjero sin el debido permiso de las autoridades de la RASD. Esta vez les salió mal la jugada, al intentar involucrar a Argelia, pensando que le íbamos a juzgar en Tindúf. Nuestro sistema de justicia necesita mejoras y apoyo, debido a la situación especial en la que nos encontramos, por culpa, no lo olvidemos, del corrupto régimen marroquí. Sugiero que intentemos colaborar en vez de hundirlo, apoyándo así, sin intención quizá, a las pretensiones marroquíes de contrarrestar la legitimidad de la RASD y sus instituciones.

Anónimo dijo...

POR DIGNIDAD
Desde el alto el fuego nuestra direccion ha ido de mal en peor: concesiones gratuitas al enemigo,corrupción ( salvo contadisimas excepciones)despotismo,tribalismo,carencia total de la resposabilidad de estado,instituciones inoperantes,exodo masivo de los cuadros cualificados y un largo ect.
Hasta cuando vamos a resistir este bochorno que nos hacen pasar unos señores ineptos que se aferran a la poltrona.
Aprendamos de los territorios ocupados. ES HORA DE QUE DIGAMOS BASTA YA! La tirania es la misma, la ejerza un marroqui,un saharaui o un ruso.
La cosa es seria, afecta a nuestra dignidad.
MERECEMOS SER DIGNAMENTE REPRESENTADOS !

Anónimo dijo...

¡Ya, nos estas renovando esa malísima Película del "traidor" Mustafa!. ¡En la que el polisario escojio sin saberlo el papel del "Malvado"!.No entiendo como criticas el Polisario,por rectificarse de una metedura de pata! Y encima criticas tb los ONGs amigos del sahara, que les ofende detener persona/s por su openión.Olvidando que, esas ONGs son de paises dimocraticos, para ellos quien debe ser detenido y juzgado quien da la orden a detener a una persona por expresar, openión o/y su inclinación politica.Sino como podrían reclamar la libertad de los siete independentistas sahrauís encarcelados por el dictatorial Marruecos.de todos maneras,esa Película ya es muy aborrida y la hemos dejado atrás.Hemos empezado debarit temas muchisimas más importantes.

Lo más importante en su artículo, ese punto de los astatutos del polisario, que refiere a la prohibición de los encargados de su dirección de dimitirse!!...¡Para entenderlo uno tendra que fliparse! Ya que muchos estatus del polisario, se comprenden, solo, con la ilucinación!!.

Respecto al uso de la palabra:إعتقال.Sí, se ha usado correctamente por parte de Baysat. Y إعتقالno es de ningún modo el secuestro.

luna vacía dijo...

¿Necesidad? Palabra cómoda con que el culpable se quita de encima la culpa, para arrojar en el vacío toda soberbia y traición.