11.11.10

Rabia e impotencia por un saharauicidio anunciado

por Larosi Haidar

A pesar de todas las evidencias e indicios de la que se iba a armar, pues no hacía falta ser vidente para augurar la masacre, todos los actores internacionales miraron para otro lado e hicieron oídos sordos ante el grito estentóreo que, durante semanas, sonó y resonó en sus impasibles tímpanos. Parece ser que cuando el asunto tiene que ver con el Sáhara Occidental, éstos suelen sufrir una severa hipersecreción de cerumen, lo que constituye uno de los grandes enigmas de la medicina actual.
Sin embargo, las cosas tampoco cambiaron cuando el carnifex majzení empezó a afilar cuchillos y sierras, a cerrar a cal y canto el territorio ocupado del Sáhara Occidental y a expulsar a extranjeros y, de esta manera, evitar testigos incómodos de la inminente hecatombe. Y para más inri, las cosas tampoco cambiaron una vez consumado el crimen a vistas y oídas de todo el mundo y ante las propias narices de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO). Unos escurrieron el bulto aconsejando prudencia, otros les pasaron la patata a otros… y el resto no dijo ni mu. ¿Por qué será?
El lunes ocho de noviembre, a primeras horas de la mañana, el Majzén marroquí dio la orden fatídica a sus soldados que no dudaron en cumplir a pies juntillas o, más bien, que cumplieron con el gozo y la satisfacción que sólo un sádico inyectado de odio podía hacerlo. En realidad y en honor a la verdad, los aguerridos soldados majzenianos demostraron valor y valentía y una ética militar intachable al llevar a cabo tan difícil Misión Imposible. Armados únicamente hasta los dientes y con un apoyo aéreo limitado a un centenar de helicópteros, tuvieron que perseguir, matar y rematar a miles de civiles desarmados y hasta sin dientes, pues en su mayoría eran niños y ancianos… ¡Y cómo corrían los condenados! En todo caso y pese a las dificultades del terreno (superficie rasa donde el único parapeto existente era la tela antibalas de las tiendas de campaña), los fornidos leones de las Fuerzas Armadas Reales (FAR) hicieron su honorable cometido y estuvieron a la altura de las circunstancias: se hartaron de sangre saharaui inocente, saciaron su sed de venganza y obedecieron disciplinadamente las órdenes reales de su miramamolín de turno. Esta será una de esas batallitas que, dentro de poco, contarán con orgullo y complacencia a sus incrédulos y maravillados paisanos, a sus hijos y a sus nietos. Les contarán, con pelos y señales, cómo esquivaron la muerte segura al salvarse milagrosamente de las peligrosas mordeduras de un desdentado octogenario saharaui que había sido atravesado por una bayoneta clavada en la espalda: sus encías parecían cuchillas –les dirán- y como te despistes un segundo te las clava mortalmente en la yugular. Sólo en mi batallón, murieron ocho de esta manera. Les describirán con todo lujo de detalles los efectos letales de la megapatada del niño saharaui descalzo de apenas diez años de edad: bajas la mirada unas décimas de segundo para recargar el fusil –les contarán- y de repente sientes que tu sacro se ha roto en mil pedazos al ser alcanzado por la fulminante patada del niño demonio saharaui.
Todo esto se dirá y, de alguna manera, ya se ha dicho y es por ello que ciertas partes han aconsejado prudencia (que en el fondo, es su propia cobardía) y esperar hasta recabar más información. Pero tal y como se están desarrollando los acontecimientos, y desgraciadamente para los saharauis, lo que se acabará recavando serán las fosas comunes que ya han empezado a aparecer.
Y uno se pregunta qué hacer. ¿Quedarnos con los brazos cruzados mientras la soldadesca majzeniana se divierte practicando la caza al saharaui? ¿Esperar compasión de la comunidad internacional y que Francia no vete la esperada declaración de condena a la masacre? ¿Seguir creyendo en cuentos chinos y en que el Majzén accederá a la celebración del referéndum sin que haya sobre él una presión real y efectiva? ¿Hacer gala, una vez más, de la proverbial paciencia beduina y continuar contemplando indiferentes nuestro propio asesinato? ¿Poner la otra mejilla, la otra y la otra, hasta quedar “desmejillados”? ¿Presenciar silentes e inertes la “palestinización”, léase perpetuación, de nuestra causa?
¿Dónde están los tiempos en los que la dignidad lo era todo? ¿Dónde, el orgullo y el espíritu combativo? ¿Dónde están esos tiempos en los que los actuales leones de las FAR, que arrasaron cobardemente Gdéim Izik, no eran más que lo que indica su propio nombre en árabe, FAR: ratas? En aquel entonces, cuando soldados luchaban contra soldados, los combatientes saharauis observaron un fenómeno muy curioso que tenía lugar cada vez que atacaban a las FAR. Cada vez que rompían las defensas enemigas y lograban hacerse con material bélico y centenares de prisioneros, se percataban de que estos últimos despedían un olor insufrible que, en la mayoría de los casos, se debía a la pérdida de control de esfínteres ocasionado por el estrés de la batalla. De allí que empezaran a denominarles despectivamente Apestosos: Majenzu.
¿De verdad, vamos a permitir que majenzu, disfrazado de león, se salga con la suya y continúe aterrorizando y asesinando a nuestros indefensos conciudadanos? ¿Es ese el legado que queremos para nuestros hijos?
Granada, a 11 de noviembre de 2010.

P.S.: Afortunadamente y gracias a Dios, siempre nos quedan las armas…

--------------Este texto expresa la opinion del autor y no de los moderadores del foro.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

la verdad con el sentimiento de impotencia que gobierna mi interior,no puedo pensar salvo en una rementalizacion del pueblo saharaui para que los princibios que enumeras pueden ser cumblidos.

Anónimo dijo...

En el Sahara nada volvera a ser como era. De eso seguro. Ahora solo espero que todos aquellos vendidos y el primero de ellos El Jalihenna uld cheij maelainin que aparecia en Nueva York con la cara de tonto escuchando al majensu de Fehri sepan y vean el odio yque siente Marruecos hacia todos los saharauis!! VER MASACRAR A TUS HERMANOS Y REIRLE LA GRACIA A LA SOLDADESCA DEL REYEZUELO MIRAMAMOLIN ES MAS COBARDE TODAVIA!!! QUE SEPAN QUE A ELLOS LES TOCARA DESPUES!!!

Anónimo dijo...

todos los saharauis estamos muy heridos, pero las cosas son como son, de marruecos nunca se espera nada y mi pregunta es sencilla ¿EN QUE ESTA PENSANDO NUESTRO GOBIERNO Y ESPERO QUE SEA UN RESPUESTA ROTUNDA Y NO DE COBARDES? labat