19.5.22

Es necesario revertir la decisión de Sánchez sobre el Sáhara Occidental

por Haddamin Moulud Said

Quienes tienen grabada, en la memoria, la imagen del Rey Felipe VI, hablando ante la Asamblea General de NNUU, sobre el derecho inalienable del pueblo saharaui a la libre determinación y la necesidad de un referéndum libre y transparente que garantice la expresión libre y auténtica de la población saharaui, tendrán que empezar a buscar algún ungüento facial para cuando la cuestión del Sáhara Occidental sea mentada en presencia de Su Majestad.

Quienes se llenan la boca hablando de la ‘Marca España’, a menudo, olvidan que esa ‘Marca’ también incluye el grado en que España cumple su palabra, el grado en que España asume con valentía las responsabilidades jurídicas, políticas y morales que le incumben de acuerdo con las obligaciones solemnemente contraídas en virtud del Derecho Internacional.

El hecho de que la opinión pública española se haya enterado del cambio de posición, gracias a una filtración del palacio real marroquí, revela las enormes taras de las que adolece dicha decisión. Una decisión adoptada al margen de la legalidad internacional y a espaldas de la opinión pública, que no cuenta con el apoyo de las fuerzas políticas del país y, ni siquiera, con la anuencia de las bases militantes de ese partido, sólo puede tener su anclaje en alguna pieza de caza obtenida durante los últimos barridos telefónicos que han asolado España de punta a punta, en el contexto de una ola de espionaje nunca vista.

En cuanto al fondo de la cuestión, España no puede apoyar las ambiciones territoriales de Marruecos, puesto que la entrega del Sáhara Occidental, en modo alguno, va a saciar la incontenible voracidad territorial de Marruecos. En este sentido y, aunque nadie lo denuncie en España, es preciso apuntar que, en el año 2011, cuando Marruecos aprueba su Constitución actualmente vigente, lo hace dotando de rango constitucional una idea que hace temblar las fronteras de todos los países de la región. En el artículo 42 de la Constitución marroquí radica el germen de toda la inestabilidad que azota la región. Ese artículo supone una auténtica amenaza para el Sáhara Occidental, Argelia, Mali, Mauritania y, por su puesto, España. El artículo en cuestión alude a las fronteras “AUTÉNTICAS” del reino de Marruecos. Y ese ‘auténticas’ es sinónimo de lo ampliables que pueden ser, según el momento, las fronteras de este país.

Otro aspecto donde se ha querido incidir para justificar, de alguna manera, la adopción de esta decisión es la cuestión del supuesto rol que juega Marruecos en el control de los flujos migratorios. Pero en este aspecto, España tiene un amplio historial del que aprender. No hay que ir muy lejos para encontrar el llamado Acuerdo entre el Reino de España y el Reino de Marruecos sobre la cooperación en materia de prevención de la emigración ilegal de menores no acompañados, su protección y su vuelta concertada (BOE de 22/03/2013). Acuerdo que entró en vigor el 2 de octubre de 2012 pero que había sido adoptado, en Rabat, el 6 de marzo de 2007.

¿Y por qué, habiéndose adoptado el 6 de marzo de 2007, no entra en vigor hasta seis años más tarde? Muy sencillo. Aquel 6 de marzo de 2007, Zapatero, desde Rabat, anunciaba su apoyo la tesis marroquí de la autonomía para el Sáhara Occidental, creyendo que Marruecos iba a colaborar en el control de los MENAS. Pero una vez hecha la declaración de Zapatero, Marruecos, entierra el asunto hasta seis años más tarde, cuando ya gobernaba M. Rajoy. Por lo demás, el Padrón de Habitantes de las ciudades españoles es fiel testigo del grado de incumplimiento de dicho acuerdo por parte de Marruecos.

En cuanto a las implicaciones internacionales que tiene, para España, esta política del trueque está claro que los demás Estados pueden empezar a replantearse, tanto la suscripción como el cumplimiento de sus acuerdos con España. España se ha exhibido ante el mundo como un Estado que no promueve el “pacta sunt servanda”, sino como un Estado que cede al chantaje y a la presión, se ha exhibido como un Estado que premia el chantaje, sea mediante el lanzamiento de miles de personas, niños incluidos, al mar, sea mediante el incumplimiento de los acuerdos válidamente suscritos. La geografía, por su parte, ha colocado a España, no en el centro de Europa, sino en sus límites meridionales, lo cual la expone a una mayor necesidad de buscar pactos con los Estados norteafricanos y, también, con el África Occidental. Pactos, cuyo incumplimiento, España parece premiar.

Y, finalmente, teniendo en cuenta que Marruecos es el único país del mundo que tiene problemas por los cuatro costados, por el norte, el sur, el este y el oeste (delimitación de las aguas frente a Canarias), España, en lugar de ayudar a que este país entre en razón y respete, de una vez y por todas, las fronteras internacionalmente reconocidas, España va y adopta una decisión que tiene el efecto, justamente, contrario. Una decisión que lo único que hace es alimentar las ambiciones expansionistas de un Estado territorialmente goloso. Así las cosas, Ceuta y Melilla ya pueden ir poniendo sus barbas a remojar.

Por todo ello, ahora que un grupo parlamentario presenta, ante el Congreso de los Diputados de España, una iniciativa para que se reconozca el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, queremos apelar a la conciencia moral y política de los hombres y mujeres, sobre cuyas espaldas, descansa la representación del pueblo español para que devuelvan, a España, al lugar que le corresponde y reviertan aquella infame decisión adoptada a espaldas de los demás grupos parlamentarios y muy lejos de la sede de la soberanía popular.

Haddamin Moulud Said.
Jurista saharaui.
19.05.2022
mouludsaid[at]gmail.com

 

-------------- Este texto expresa la opinion del autor y no de los moderadores del foro.


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13.5.22

SAHARA OCCIDENTAL : APRÈS LES CRITIQUES, VOICI LES PROPOSITIONS

 par Maître Takioullah Eidda, avocat.

I. LÉGITIMITÉ DU F.POLISARIO.

Il est reconnu aujourd’hui et incontesté par toutes les instances internationales, notamment l’ONU, l’UA et l’UE, que le Polisario est le représentant autoproclamé attitré du peuple du Sahara occidental.

Juridiquement, la légitimité de cette représentativité lui découle des constats des instances internationales, depuis 1975, et de la résolution 1514 des Nations-Unies de 1960, laquelle reconnaît au peuple du Sahara Occidental le droit à l’autodétermination en tant peuple et territoriale encore soumises au processus de décolonisation!

Le front Polisario se trouve donc de facto fiduciaire de la responsabilité relative à la canalisation de l’expression des sahraouis et la mobilisation des moyens qui leur permettent d’exercer leur droit légitime que leur reconnaît la légalité internationale.

Il faut signaler par ailleurs que depuis 1960, et durant toutes ces décennies, aucun autre mouvement n’a pu asseoir une quelconque légitimité au nom, et pour, le peuple sahraoui!

De fait, le front Polisario a matérialisé, sur le terrain et à travers le temps, l’expression du peuple sahraoui par la lutte armée contre le colonialisme espagnol, puis contre l’envahisseur mauritanien et aujourd’hui l’occupant agresseur: le Maroc.

Pris dans un engrenage de passivité, de naïveté et d’illusion devant le processus onusien en place depuis 1991, cause d’éparpillement et de relâchement des sahraouis à tous les niveaux, le front Polisario s’est trouvé, trente ans plus tard, obligé de reprendre de nouveau les armes contre le Maroc; pays occupant de fait et fortement barricadé derrière un mur de défense, avec une armée bien équipée/entrainée par ses alliés inconditionnels: ISRAÉL, les USA et la FRANGE.

II. ALORS QUE FAIRE ?

Évidemment, il faut poursuivre la lutte armée, en tant que principe et engagement originels. C’est un choix impératif qui prévale sur toute autre alternative politique ou onusienne incertaines.

Mais, cette reprise des armes suppose aussi l’URGENCE d’entamer une démarche efficace, dans le but de mettre la maison intérieure en état, après une si longue période de faille de leadership, de fausses promesses onusiennes, de faux semblants, du tourner en rond et de temps perdu!

III. COMMENT ?

Comme je l’ai déjà dit, et je le répète, le Polisario est le représentant légitime du peuple sahraoui! Mais ce statut reconnu, ne lui donne pas pour autant, dans le processus de décolonisation ou de libération actuel, le droit ou le pouvoir d’exclure ou de marginaliser tout autre expression sahraouie dissidente ou concurrente !

À la rigueur, ce statut de représentant autoproclamé confère au Polisario la responsabilité de mobiliser de rassembler, d’écouter, y compris les voix discordantes, et porter au monde la somme et la synthèse de cette expression.

En revanche, le Polisario ne peut en aucun cas persécuter arbitrairement, sans droit, les sahraouis en désaccord avec ses choix ou orientations. Tout au plus, il peut essayer de les convaincre et si possible les intégrer, mais certainement jamais les persécuter !

Seul le peuple sahraoui, et seulement lui, dans la plénitude de l’exercice de sa souveraineté nationale, détient le droit d’arbitrer les divergences de ses composantes et les orientations de son propre destin, et ce, toujours d’une façon transparente, crédible et consensuelle.

Par conséquent, devant les difficultés crépusculaires que connait aujourd’hui la cause sahraouie et l’incertitude de demain, il devient impératif de reformuler l’approche, en faisant appel au peuple sahraoui LUI-MÊME, dans son ensemble, et à toutes ses forces vives, où qu’elles s’y trouvent, pour décider d’une stratégie nationale qui sculptera la forme du destin qu’il fantasme pour lui-même à court, à moyen et à long termes!

Il faut entendre ici par l’ensemble du peuple sahraoui, toutes les composantes de celui-ci, quelle qu’elles soient et où qu’elles s’y trouvent. Qu’elles s’y trouvent dans les camps de réfugiés, dans les territoires occupés, en exile, au Maroc, en Algérie, en Mauritanie et ailleurs dans le désert! Oui, aussi bizarre que cela puisse paraître, il y a aujourd’hui des sahraouis écœurés et dépourvus qui ont choisi le triste repli dans le néant du désert.

C’est donc une CONFÉRENCE NATIONALE, avec un grand «N» ou des ASSISES, qu’il faut sérieusement COMMENCER et entreprendre immédiatement et sans attendre!

Oui, si le front Polisario se croit investi de l’intérêt suprême du peuple sahraoui et du leadership de sa cause, il doit initier cette conférence nationale de conciliation, et ne doit y trouver AUCUNE gêne à inviter tous les sahraouis, notamment ceux et celles qui lui semblent aujourd’hui les plus éloignés et les plus infréquentables.

J’attends par-là, le Mouvement des Sahraouis pour la Paix (MSP), le mouvement «Khatt El’Chehid», les sahraouis membres du Conseil royal consultatif pour les affaires sahariennes, les illusionnistes qui ont regagné le Maroc, mais probablement regrettent amèrement aujourd’hui.

Certes, les ennemis charognards du peuple sahraoui, y compris les faux amis proches et les ennemis de l’intérieur, vont s’opposer par tous les moyens et à tous les niveaux, mais c’est leur rôle, devant lequel il faut tenir mordicus et faire preuve de vision et du leadership.

IV. OÙ TENIR CETTE CONFÉRENCE NATIONALE DE CONCILIATION ?

Ça va de soi que le territoire de la Mauritanie-Sœur est le lieu le plus indiqué pour un tel événement historique, et ce, sur tous les plans et à tous les niveaux: neutralité, proximité, tranquillité, sécurité et intérêt!

Je suis sûr que la Mauritanie, mon pays, peuple et gouvernement, seront des plus enthousiastes à accueillir une conférence dont l’objectif est de permettre aux composantes du peuple Sahraoui-Frère de s’y trouver entre elles et de discuter intimement et librement de leur destin. Ce ne sera pas un AÏN-BINTILLI(2), pour la bonne raison que AÏN-BINTILLI(1) n’a sérieusement jamais existé!

D’ailleurs, se faisant le peuple de Moujtamaa El’Bidhan (Mauritano/sahraoui) démontre une fois de plus à tous sa grande maturité et, par le fait même, renforce sa solidarité après tant de soubresauts événementiels et historiques.

V. RETOMBÉES D’UN TEL ACTE POUR LA CAUSE SAHRAOUIE:

D’abord, en dépit du résultat d’une telle conférence, le monde à commencer par les ennemis, aura reçu un message clair: le peuple sahraoui EXISTE et revendique le RESPECT de son droit, si bien qu’il est capable de se souder les rangs et faire preuve de solidarité pour décider de ses intérêts et asseoir le choix de son destin.

En terminant, il faut le dire et le répéter: la pire chose qui peut arriver au peuple sahraoui, est que ses forces vives, son élite et ses représentants, où qu’ils s’y trouvent, continuent de végéter dans la division, le narcissisme, l’égoïsme, le repli sur soi, le paternalisme, l’exclusion de l’autre et enfin de compte la MÉDIOCRITÉ !

Maître Takioullah Eidda, avocat
Montréal, Canada.
13.05.22
quebec171[at]gmail.com

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