por Said Mahamud
Después de 39 años de reinado, Juan Carlos I de Borbón abdica y deja al pueblo saharaui a su suerte, un pueblo que empezó el sufrimiento justo con su proclamación el 22 de noviembre de 1975, tras la muerte de Francisco Franco, de acuerdo con la ley de sucesión en la jefatura del estado de 1947. Fue partícipe del vergonzoso acuerdo tripartito de Madrid del 14 de noviembre de 1975 donde los saharauis fuimos vendidos a maruecos para salvaguardar los intereses de España., según la versión oficial del gobierno de entonces porque España estaba en un momento difícil de transición y había que mantener una postura acorde con la situación de España de 1975, que es ignorar al pueblo saharaui y atender las demandas de maruecos para evitar un enfrentamiento bélico dejando vía libre a la famosa “marcha verde”,bajo la resignación de los mandos militares españoles.
Los saharauis obligados a luchar por su derecho a la autodeterminación aceptaron las reglas de juego y triunfaron en la construcción de un estado en refugio reconocido por muchos países del mundo y apoyado por organismos internacionales entre ellos el tribunal internacional de la Haya donde concluye que no ha encontrado vínculos jurídicos de tal naturaleza que puedan afectar a la aplicación de la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General a la descolonización del Sahara Occidental y, en particular, al principio del autodeterminación a través de la libre y genuina expresión de la voluntad de los pueblos del territorio. El POLISARIO supo aguantar los golpes que venían de todos los lados y empezó su gran lucha contra el principal enemigo marroquí. Henry Alfred Kissinger, a pesar de su gran trayectoria en la política internacional se equivocó con su previsión de la causa saharaui cuando junto con el rey Hassan II, creían que con una marcha verde de miles de marroquíes ignorantes y hambrientos iban a eliminar un movimiento recién nacido como el POLISARIO encabezado por hombres y mujeres de otra pasta, personas que han dejado huella en los saharauis, trazaron el camino perfecto para que hoy podemos hablar de la República Árabe Saharaui Democrática, un país en el exilio organizado en unos campamentos de refugiados donde la mujer juega un papel importante en su estructura y gestión de las ayudas que recibe la población. En 1982 los saharauis recibieron una visita sorpresa de Felipe González futuro presidente del gobierno Español que prometía enmendar los errores del pasado y apoyar incondicionalmente la lucha del pueblo saharaui a la autodeterminación, discurso bonito para acumular votos y engañar a todo un pueblo desesperado por conseguir su tierra, gobernó muchos años sin hacer nada por los saharauis y finalmente optó por declarar abiertamente su simpatía por los marroquíes representándoles en algún foro internacional.
Después del mal gesto de Felipe González quisimos olvidarlo y mantener una ventana de esperanza cuando en 1996 gana las elecciones José María Aznar después de muchos años de predominio socialista, pasó ocho años en el gobierno sin lograr acercar posturas entre el polisario y maruecos, pero fue un presidente implacable con los marroquíes cuando intentaban aprovechar las buenas relaciones con España para sus propios intereses. En 2004 los Españoles eligieron a José Luis Zapatero y su intención fue intentar solucionar el conflicto del Sahara en seis meses que desgraciadamente para los saharauis fue otra promesa incumplida y fueron años de represión para los saharauis que residen en las zonas ocupadas por maruecos donde nuestra ex amiga Trinidad Jiménez se quedó bloqueada a la hora de defender los derechos humanos en el Sahara occidental, los mismos derechos que defendía antes de ser ministra de relaciones exteriores. El actual gobierno de Mariano Rajoy aboga por la autodeterminación del pueblo saharaui y los saharauis no perdemos la esperanza en que este ejecutivo dé un paso más que sus antecesores para buscar una solución determinante a favor del pueblo saharaui, queremos creer que la gran crisis económica que atraviesa España pudo dejar en el olvido a la causa saharaui y esperamos ver una reacción valiente de este gobierno para solucionar el conflicto del Sahara.
El papel de Juan Carlos en la transición Española es indiscutible, su apoyo a la unión europea y su contribución a la hora de estrechar relaciones diplomáticas han sido objeto de reconocimiento mundial, pero desgraciadamente los saharauis fueron excluidos de este gran esfuerzo que hizo el monarca por los derechos humanos y por la libertad de los pueblos. Su gran amistad con la monarquía marroquí no la aprovechó para intentar solucionar la cuestión del Sahara occidental y nunca se le ha visto un gesto de aproximación hacia el pueblo saharaui, una actitud indiferente del Rey de España con nuestra justa causa.
La lucha del pueblo saharaui continúa y la esperanza es lo último que se pierde, el 19 de junio de 2014 Juan Carlos I, le sucedió su hijo Felipe VI tras la aprobación de la Ley Orgánica 3/2014, de 18 de junio, por la que se hace efectiva la abdicación de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I de Borbón, tal y como establece el artículo 57.5 del texto constitucional.13, un día histórico para España, como puede ser importante para el pueblo saharaui porque este joven y preparado rey puede hacer mucho por los saharauis y despejar las dudas de muchos ciudadanos españoles que apoyan a los saharauis en su lucha por la independencia, tiene una formación impresionante que le capacita para enfrentar muchos retos y entre ellos la solución del conflicto saharaui. En su primer discurso como rey transmitió una serie de valores que la sociedad anhele con mensajes claros como la frase “monarquía renovada para un tiempo nuevo” y otra como “no es un hombre más que otro, sino hace más que otro”, sin duda deja patente que un nuevo ciclo comienza, una etapa en que los españoles van a consolidar más su democracia y se abre un nuevo horizonte de esperanza para el pueblo saharaui.
Said Mahamud
Said.mahamud[at]yahoo.es
26/06/2014.
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27.6.14
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3 comentarios:
sueños, sueños son. nuevos sueños es lo que siempre nos pasa a nosotros los saharauis, con cada aventura nueva un sueño nuevo. por favor dejemos de soñar y despertaremos de esos sueño por que ni con 6 ni con otro nuestros sueños se verán cumplidos. eso es lo que yo creo por miles palabras y freses que se digan.
No son sueños,has captado el contenido del último parrafo y lo has juzgado de tu manera que me parece fenomenal.No has comentado nada de todo lo demás,así nos va a los saharauis con la crítica sin comprender los artículos.Lo de FelipeVI no es una aventura,es una responsabilidad muy grande ser un rey de un pais democrático y él afotunadamente está muy preparado intelectualmente para asumir el cargo.Que quieres que hagamos los saharauis?,danos ideas para no seguir soñañdo y como dijo Aristóteles,"La esperanza es el sueño del hombre despierto".saludos
Es cierto Sr. Said que lo último que se pierde es la esperanza pero en este caso creo sin temor a equivocarme que Don Felipe VI seguirá la política de su padre, a los hechos me remito, su primera vista es al Reino Alawi. Otra cosa sería que le hayan impuesto una agenda que no desea, todo se andará…Saludos
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