7.7.14

Los Comisarios Políticos del Siglo XXI

por Haddamin Moulud Said

La política informativa seguida por nuestros responsables, ya es obsoleta. Se ha vuelto ineficaz.
Antaño, la poderosa maquinaria de la Organización Política del POLISARIO, surtía de información, casi al instante, a todos los militantes y ciudadanos saharauis. Los Comisarios Políticos, sean civiles, en las ‘dairas’, o militares, en las distintas regiones militares, no sólo captaban el pulso diario de la población, sino que mantenían a la población debidamente bien informada.
Desmantelada la Organización Política, la maquinaria del Estado es incapaz de informar a la población de los hechos de cierta relevancia social o política.
Habituados al paraguas oficial que informaba puntualmente de todos los hechos, sean grandes o pequeños, los saharauis de hoy, se encuentran prácticamente indefensos ante la intoxicación informativa que les llueve desde los todos los lados.
Nuestros responsables, por una incomprensible incapacidad para entender la importancia de los medios de información en los tiempos que corren, ya no hablan. Ya no informan. Su ignorancia es tal que, incluso, justifican su silencio en que si hablan sus palabras podrían ser recogidas por ciertos medios digitales.
Parecen incapaces de comprender que lo que, ayer, se llamaba los Comisarios Políticos, hoy, se llama medios de información. Y esto no tiene vuelta atrás.
El papel de concienciación y rearme ideológico que, ayer, llevaban a cabo nuestros Comisarios Políticos, hoy, se llama creación y conformación de la opinión pública y pertenece, por entero, a los medios de información.
Por fortuna o por desgracia, nuestros responsables, han perdido la exclusiva en la creación y difusión de la noticia.
Hoy existen nuevos actores en la escena pública que vienen a llenar el vacío dejado por nuestros responsables políticos. Y, algo más peligroso aún, la maquinaria propagandística del enemigo se ha puesto a un simple clic de nuestros ciudadanos.
En estas coordenadas, lo correcto sería instituir un sistema abierto de información, capaz de mantener en su órbita al mayor número posible de medios de comunicación.
En cualquier caso, el proceder actual que, básicamente, consiste en no informar de nada es, sencillamente, desastroso porque permite que otros se ocupen de crear o conformar la opinión pública saharaui e internacional. Es decir, el Estado saharaui, empieza a perder enormes parcelas de poder al dejar en manos de terceros la función de crear y conformar una opinión pública determinada.
Nuestra sociedad, queramos admitirlo o no, ha alcanzado un grado de complejidad tal que la noción de conflicto se hace inevitable. Es decir, a nivel social, es normal que ocurran conflictos. Pero la manera de informar de ello y la manera de crear y conformar una determinada opinión pública sobre esos conflictos es el mejor medio para ayudar en la solución de esos conflictos.
Y dejar esa función de crear y conformar una determinada opinión sobre esos conflictos en manos de terceros es un grave error de nuestros dirigentes.
No podemos seguir dejando vía libre a ciertos medios cuyo guion editorial no se ajusta, con la necesaria precisión, a lo que mandan los tiempos y las circunstancias actuales.
Ese dejar vía libre supone exponer, a nuestros conciudadanos, al riesgo de resultar intoxicados por el tratamiento indebido que determinados medios llevan a cabo.
Un simple click en la función de ‘compartir’ en Facebook es mucho más efectivo que las llamadas de nuestros megáfonos a una conferencia o una asamblea en una de nuestras ‘dairas’.
En las circunstancias actuales, en las que libramos una guerra abierta con el enemigo, que incluye una guerra psíquica y propagandística, el derecho a una información veraz se vuelve ineludible para nuestros responsables gubernamentales, para así cerrar el paso a los intentos marroquíes de propagar la mentira para fortalecer su proyecto destructivo.
Por su parte, los medios de comunicación, especialmente, los independientes, tienen todo el derecho de informar sobre todas las cuestiones. Pero en las actuales circunstancias, la responsabilidad, debería ser su estrella polar. En este sentido, nuestro Ministerio de Información no puede permanecer aislado en su Torre de Marfil. Debería descender para interactuar, a diario, con los medios de información, sean públicos o privados, para cumplir con su deber de ofrecer una información veraz.
Los recientes hechos ocurridos en Smara y los anteriores en Hagunía no son sino la prueba de que el esquema tradicional de información se ha vuelto obsoleto y hay que adaptarse a los tiempos modernos.
Al fin y al cabo, el conflicto social no se combate ni se soluciona silenciándolo en los medios de información. Es al revés, hay que informar sobre ello y profusamente, pero desde la responsabilidad, para así crear y conformar una opinión pública inteligente, responsable y dispuesta a reducir el conflicto social y sus implicaciones.

Haddamin Moulud Said.
ibnuabirabiaa[at]yahoo.es
07.07.14

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