27.6.18

Más Allá del Muro

“Un grito de dolor”

Dirigido al ex presidente alemán, 
el Sr. Horst Köhler”

 por Haddamin Mouloud Said

El territorio del “Más Allá del Muro”, del Juego de Tronos, del gran escritor estadounidense, George R.R. Martin, está habitado por criaturas como el Cuervo de los Tres Ojos. Se trata de un misterioso personaje ligado a los antiguos dioses. También, están los Arcianos, hermosos y sagrados ejemplares de tallos blancos y hojas rojas que nos guían para rezar a los antiguos Dioses del norte. Luego están las Mantícoras que son criaturas de cabeza humana, cuerpo de león y cola de escorpión. Y, también, está el Kraken, que es un monstruo marino gigantesco similar a los calamares capaces de derribar un barco ballenero.

Sin embargo, no sabemos qué grado de salinidad tienen las aguas que consume la población. No sabemos qué niveles de toxicidad tienen los alimentos que consume la población. Tampoco hay información sobre los niveles de radiación de los productos, equipos e instalaciones, que se suministran a la población. Tampoco hay datos sobre la seguridad del suministro eléctrico, ni los niveles del campo electromagnético que genera.

No hay ningún dato sobre las vacunas que reciben los niños. Realmente, no sabemos si se vacunan o no se vacunan. No hay información sobre la medida en que se aplican las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Tampoco sabemos si se aplican, o no, los protocolos que aconseja la OMS en relación a las embarazadas y los neonatos.

Tampoco sabemos qué tipo de educación recibe esa población. No sabemos nada de la escolarización de los niños y las niñas ni, tampoco, tenemos datos sobre los estudios superiores.

En definitiva, no tenemos ni la más remota idea de cuál es el grado de progreso político, social, económico, cultural, científico, tecnológico o de cualquier otra índole en ese territorio del “Más allá del Muro” del Juego de Tronos de George Martin.

Y, sin embargo, esto no es ciencia ficción, no.

En las tierras situadas “Más Allá del Muro”, de ‘los Juegos del Trono’ de Marruecos, en el Sahara Occidental, la situación es una reproducción exacta de la situación en las tierras del “Más Allá del Muro” del Juego de Tronos. La realidad, en África, supera a la ficción, en Norteamérica.

Todos los gobiernos y todos los organismos publican, con cierta periodicidad, informes sobre el grado de progreso en todas las partes del planeta. Sabemos qué comen los niños en Fiyi, qué es lo que se vacunan en Alaska y qué equipos usan en Mongolia. Hasta en los sitios más recónditos del Amazonas, sabemos cómo evolucionan las enfermedades. El progreso científico de la humanidad nos ha permitido tener un control bastante considerable sobre las plagas, los virus y toda clase de pandemias. Nos hemos zambullido en las profundidades oceánicas de la fosa de las Marianas para sacar informes científicos sobre la vida en dichas profundidades. Y, también, formalmente reunidos en Nueva York, hemos aprobado normas para la utilización pacífica del espacio ultra celeste. Hemos aprobado normas con nombres tan bonitos como, por ejemplo, el “Acuerdo que debe regir las actividades de los Estados en la Luna y otros cuerpos celestes”.

Sin embargo, desde hace más de cuarenta años, NO existe ni un solo informe oficial y público que hable del grado de progreso en el Sahara Occidental. Este territorio se ha convertido en un auténtico ‘Agujero Negro’, pero no en el espacio celeste, sino en el planeta tierra. Un Agujero Negro, aparentemente, inescrutable para los más avanzados equipos tecnológicos y, también, para las más nobles conciencias de la humanidad.

Por otra parte, la Asamblea General de NNUU, la Secretaría General de NNUU y el Consejo de Seguridad de NNUU no saben cuál es la situación de los derechos Humanos (DDHH) en el Sahara Occidental. No saben si se violan, o no, o si, se respetan o no, los DDHH en el Sahara Occidental. No saben si se promueven y se protegen, o no, los DDHH en el Sahara Occidental. Y no lo saben porque, en pleno Siglo XXI, no existe ni un solo Informe Oficial y Público de un organismo internacional que aborde la situación de los DDHH en el Sahara Occidental. Duele imaginar que quienes gobiernan el mundo no sepan estos datos, pero es la realidad de nuestros días.

Si. Existen informes del Frente POLISARIO, informes del Reino de Marruecos, informes de las grandes y pequeñas ONGs que operan en el campo de los DDHH, informes de prensa, etc., etc., etc., Pero todos estos informes, son informes de parte y, por tanto, no tienen valor por el efecto de la denominada ‘cancelación recíproca’. Es decir, lo que afirman unos, lo niegan otros, por lo que los organismos internacionales (Asamblea General, Secretaría, Consejo de Seguridad) terminan haciendo caso omiso a todos.

Existen informes científicos relativos al impacto, sobre las criaturas del lecho marino, que generan las partículas de fosfatos transportadas por los vientos, desde Bu Craa hasta el atlántico, informes que justifican, en cierto medida, la singular riqueza del banco pequero canario sahariano. Sin embargo, no existe ni un solo informe relacionado con el impacto que genera una salvaje explotación de una mina de fosfatos a cielo abierto, sobre las criaturas que habitan el lecho terrestre, en los aledaños de Bu Craa.

En estos cincuenta y cuatro años, ni el recurso a las más refinadas técnicas de la hermenéutica jurídica ha podido alterar, ni una sola coma, del estatuto jurídico internacional del territorio, claramente definido en las normas internacionales y, también, en la práctica común de los Estados.

Transcurridos más de cuarenta años de opacidad absoluta en aquel ‘Agujero Negro’, las criaturas del “Más Allá del Muro”, de ‘los Juegos del Trono’, seguimos luchando por dar apariencias de verosimilitud humana a nuestra existencia. Por su parte, el territorio del “Más Allá del Muro” del Juego de Tronos, sigue deleitando a los lectores de medio mundo.

Y, ahora, me presento.

Yo soy apátrida. Tengo pasaporte de apátrida. O sea, no soy nacional de ningún Estado. Nací y soy natural del único Territorio No Autónomo que no tiene Potencia Administradora. Es decir, yo y mis pares, somos la reencarnación viva de lo que, en Derecho, se conoce como limbo jurídico. Lo cual, espero, no le haga dudar de mi condición humana”.

¿Podrá el Señor Köhler ayudarnos a sentirnos como una parte más de la familia humana, que habita el planeta tierra?

Para despedirme, le voy a confesar un secreto:
“Para no explotar de ira y de rabia, estando en la situación en la que estamos, tenemos un bien que escasea en muchas partes del mundo: ‘tenemos los nervios de acero’. Pero hay un pequeño problema: el acero, también, se agota. ¿A que es verdad que el acero y el carbón, también, se agotan?”.
Haddamin Moulud Said
mouludsaid[at]gmail.com
27.06.18

-------------- Este texto expresa la opinion del autor y no de los moderadores del foro.
Share/Bookmark

No hay comentarios: