Hace ya más de un año desde que las fuerzas de la ocupación marroquíes habían encarcelado a nuestro compatriota y escritor, el señor MUSTAFA ABD EDDAYM.
A la opinión internacional, a todos los activistas de los derechos humanos en todo el mundo, a los grupos y individuos que defienden la dignidad humana, a todos estos decimos: la vida del escritor saharaui está en peligro por la mala situación en que se encuentra.
A todos los escritores, periodistas y intelectuales españoles y europeos; a todos los activistas por libertad de la expresión en nuestro mundo: el estado de salud del escritor se está destruyendo día tras otro.
En este llamamiento urgente quería informarles todos sobre el estado de nuestro compatriota, escritor y periodista saharaui Mustafa Abd Eddaym.
Mustafa es un militante saharaui, y asimismo, es un novelista y una destacada pluma en el campo de la prensa. También es un miembro activo de la unión saharaui de escritores y periodistas, y todos los saharauis le conocen a través de sus diferentes escritos en las webes saharauis.
Nuestro escritor y militante, y desde más de un año, está detrás las rejas de la cárcel. Pero no imaginen ustedes que está en una cárcel corriente; no, está esposado en una cárcel marroquí, y cuando hablamos de una cárcel marroquí, hablamos de un terror inimaginable y un tratamiento inhumano.
La causa del encarcelamiento del escritor saharaui fue sencilla. En el otoño de 2008, y precisamente en octubre, los saharauis en las ciudades ocupadas protestaron pacíficamente contra la ocupación marroquí en todo el territorio saharaui, y como consecuencia, las fuerzas de seguridad marroquíes recurrieron a la fuerza y la brutalidad contra los manifestantes. En la ciudad donde vivía Mustafa, la represión llegó a un nivel inimaginable: muchos heridos y muchas victimas se quedaron abandonados en las calles sin ayuda, y aquellos que tuvieron la suerte y llegaron al hospital, encontraron la policía esperándolos. El paisaje de la sangre en las paredes y los gritos de los heridos empujaron el escritor Mustafa a expresar su solidaridad pacifica con los manifestantes. La solidaridad de Mustafa no llegó a ser violenta; no ha explotado una bomba o ha tirado una botella contra los marroquíes. El único que hizo Musatfa aquel día, además de su participación legal en la manifestación, fue descender la bandera marroquí en el colegio en que trabajaba. Para Mustafa el acto no fue otra cosa menos un signo de duelo y de solidaridad con las victimas de la brutalidad. Y por este motivo el escritor se imputó por el supremo marroquí con una pena abierta sin limites.
Hora, un año después de su prisión, el escritor se encuentra en un estado físico destruido, y su salud va cada día de mal a peor. Está enfermo con diabetes, y últimamente entró en una huelga abierta de hambre. La situación débil de su salud y el efecto de la huelga de hambre hicieron que el escritor se cayera muchas veces desmayando en la cárcel marroquí.
Ante tal situación, no creo que hay que esperar más malas noticias desde la prisión sobre la salud del escritor y periodista para actuar y pedir su libertad.
En su último articulo publicado en la web de UPES ( unión de periodistas y escritores saharauis,) desde la cárcel, el escritor enseñó a sus torturadores una lección inolvidable. Les dijo: “ soy saharui y no soy marroquí. Pero eso no significa que tengo odio contra los marroquíes; tenemos que respetar el destino, la historia y la geografía. Los saharauis son un pueblo y los marroquíes son otro pueblo diferente.(...) No podemos cambiar el paso del destino con la fuerza y el odio.”
Otra vez; a todos los simpatizadores con el pueblo saharaui y su causa justa; a todos los intelectuales, escritores y periodistas en Europa y en todo el mundo:
El estado del escritor saharaui encarcelado está en peligro y, si no intervenimos hoy mismo no podríamos imaginar lo que le pasaría.
Sid Hamdi yahdih
sidhamdi@yahoo.fr
12.11.09
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