El régimen de Abdelaziz ante la nueva era

por Haddamin Moulud Said

Un verdadero movimiento de placas tectónicas. Esta es la descripción que corresponde realizar de la ola de libertad que recorre el mapa del mundo árabe desde el golfo hasta el océano. Un movimiento de placas tectónicas que dejará un mapa bastante distinto al que había antes.
Desde finales de la Segunda Guerra Mundial, todos los movimientos políticos habidos en el mundo árabe, habían tenido una u otra inspiración ideológica. Y, precisamente, era esa inspiración ideológica la que había servido, a sus adversarios, para combatirlos.
Más tarde, en buena parte del mundo árabe y musulmán, habían tenido lugar ciertos movimientos de inspiración religiosa. Pero, igualmente, habían sido duramente combatidos y vencidos, precisamente, por tener esa inspiración ideológica.
Hoy, la ola de libertad que recorre los pueblos árabes, entronca mejor con los movimientos anticoloniales que con los movimientos de inspiración ideológica o religiosa, en la medida en que sus aspiraciones son, fundamentalmente, de libertad. No es una orientación ideológica u otra, lo que se reclama. Tampoco, una determinada inclinación religiosa. Sino mayores cotas de libertad, pan y democracia. Y eso es precisamente lo que estaba en la base de los movimientos anticoloniales.
Ante aquellos movimientos de liberación, las poderosas potencias coloniales no tuvieron más remedio que abandonar. Y, ante la actual ola de libertad, Israel, EE.UU, Europa, incluso, la sigilosa China están estudiando cómo acompasar su conducta e intereses, no ya a las demandas de las dictaduras que venían sosteniendo, sino a las ansias de libertad, hoy por hoy incontenibles, que manifiestan los pueblos árabes. Es decir, están dejando de apoyar a los tiranos a los que habían mimado durante tantos años. Y, en su lugar, están aceptando, en sus cálculos estratégicos, que el hombre y la mujer árabes no son, por definición, personas fatalistas.
Y en la misma medida en que estaba claro que la sociedad saharaui de mediados del siglo pasado no podía mantenerse inmune a la fiebre anticolonial que recorría el mundo árabe y otras partes, tampoco hoy, es razonable creer que la sociedad saharaui actual se mantenga inmune ante los vientos de libertad que recorren todo el mapa árabe.
La sociedad saharaui, tanto en los Campamentos de Refugiados como en las Zonas Ocupadas, al igual que los demás pueblos árabes, sufre exactamente los mismos males: gobernantes incompetentes que se eternizan en el poder, corrupción, nepotismo y adulación, además de la miseria de grandes masas de población, mientras unos pocos se bañan en el lujo.
En el nuevo escenario árabe, no cabe duda de que nuestra Causa Nacional sale fortalecida, por cuanto los valores de libertad sobre los que se asienta están en la base de las reivindicaciones que han llevado a la victoria a esas revoluciones, hoy, en Túnez y Egipto y, mañana, en otros países.
Así las cosas, la primera tarea que impone el nuevo mapa geoestratégico es la de elaborar una estrategia para presentar nuestra Causa ante las opiniones públicas de los países que acaban de derrocar a las dictaduras que las mantenían alejadas de nuestra Causa.
Pero, no podremos aspirar a cosechar grandes éxitos, en esa tarea, teniendo en nuestro escaparate nacional a un hombre que lleva en el poder más de 34 años, cuya mujer es la primera dama, es ministra del Gobierno, es miembro del Secretariado Nacional y es, y es y es, mientras los hijos de ambos tienen becas garantizados en las mejores universidades de Europa, Sudáfrica, Namibia, Cuba, etc., etc., etc.
Nuestra noble Causa, nuestra Justa Causa, está siendo lastrada por el régimen personalista que Abdelaziz ha instaurado en Rabuni. Efectivamente, la RASD ha sido vaciada de contenido, el Frente POLISARIO ha sido vaciado de contenido. Y todo gira en torno a un hombre que acaparando tanto poder, no se le ocurre mejor idea que compartirlo con su esposa, ante el silencio, vergonzoso silencio, de una clase política incapaz (por sus corruptelas y clientelismos) de hacer nada.
Ciertamente nuestra Causa sigue teniendo muchas similitudes con otras tantas causas y movimientos de liberación nacional que había en el mundo. Pero el régimen político instaurado guarda mayor similitud con el de Ben Ali-Trabelsi en Túnez que el de aquellos líderes que guiaban a sus pueblos hacia la libertad y la independencia.
Haddamin Moulud Said (ibnuabirabiaa@yahoo.es). En Valencia (España), a 4 de febrero de 2011.

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