por Zrug Lula
Desde el pasado día 17 de noviembre se viene celebrando en la capital de Guinea Ecuatorial, Malabo, la Cuarta Cumbre África-Mundo Árabe, a la que le quitó protagonismo otro foro más importante, la Cumbre de Asia-Pacífico (APEC).
Esta Cumbre, que concluye mañana 23 de noviembre, fue marcada por varias escenas teatrales protagonizadas por Marruecos, que ya se le conoce por estos episodios, debido a la presencia, aunque simbólica, de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
El día más agitado de esta cumbre fue ayer cuando se tuvo que aplazar la apertura de la reunión del Consejo Mixto de Ministros de Exteriores más de medio día por la objeción de Marruecos a la presencia del puesto (placa con el nombre del país y la bandera) de la RASD en la plenaria donde se efectuaba la ceremonia.
Este hecho, que convirtió a la ausente RASD en la protagonista del evento, con periodistas y delegados tomándose selfies junto a la bandera y la placa del puesto “vacío” (imaginen que hubiera alguien presente), evidenció una vez más la imprudencia y contradicción que caracterizan a Marruecos con tal de imponerse y robar la atención mediática, aunque sea a costa de la reunión.
Hubo varios momentos de suspense, incluida la interrupción de declaraciones oficiales, peregrinaciones de aliados de Marruecos, como Arabia Saudita, para convencer a la parte africana de retirar la placa y voces, a favor y en contra, de la presencia de una cuestión que se ha convertido en un principio para los africanos y de intereses banales para la parte árabe. Afortunadamente, al final ganó la razón y el respeto de los principios, que una de las partes tiene que aleccionarse para comprender que sin ellos no se pueden forjar alianzas, a pesar de poseer todo el dinero del mundo y la potestad divina adjudicada sin mérito.
Este hecho reveló las verdaderas intenciones de Marruecos por las que quiere reincorporarse a la Unión Africana (UA). Su ignorancia y falta de respeto a los acuerdos, tratados e instrumentos de esta organización, principalmente la Carta de la Unión Africana y su Declaración Solemne del 50o Aniversario de la OUA/UA, no dejan margen de duda para concluir que sus intenciones para volver a la UA son únicamente para sembrar la discordia, boicotear la presencia de la RASD, quizás su eventual expulsión, e inclinar la balanza de apoyo dentro del continente a su favor. Por otra parte, ha sido una señal clara para que los saharauis empecemos a reforzar nuestra diplomacia y pasar de la defensa a la ofensiva.
En medio de esta controversia, ha habido intervenciones que realmente merecen ser mencionadas para quedar en la historia como razón y evidencia de que África representa el aliado estratégico que los saharauis debemos aprovechar, reforzando nuestra presencia para evitar cualquier brecha que el enemigo pueda utilizar a fin de debilitar nuestra presencia o divulgar sus envenenadas falsedades dentro del continente. Hay que destacar aquí que esta no es la primera vez que ocurren sucesos como este en eventos similares en los que ha estado Marruecos, a causa de la participación o no de la RASD. También hubo escenarios parecidos en la Cumbre África-Mundo Árabe de 2013, en Kuwait, y la Cumbre África-Turquía en 2014.
Países como Zimbabue, Sudáfrica, Argelia, Uganda y Chad, que ostenta la presidencia del Consejo Ejecutivo de la UA, hicieron frente a Marruecos y sus aliados en defensa de los principios de la UA. Zimbabue llegó a comparar la cuestión de Palestina con el Sahara Occidental para acallar a quienes alegan que la RASD no es miembro de la ONU y por tanto no debe asistir a este tipo de cumbres.
África puede convertirse en la voz del pueblo saharaui y tener tanto efecto como el reconocimiento de cualquier potencia mundial. Recordemos que, gracias a la solidaridad africana, Sudáfrica es hoy un país libre del apartheid y que esa misma solidaridad hizo un día que Europa aceptara la presencia de Zimbabue en foros económicos como este, después de cinco años de boicoteo africano a las reuniones con la Unión Europea.
En conclusión, creo que la presencia de la RASD en África es un hecho y una cuestión de principios que debemos aprovechar para consolidar nuestra posición y mejorar nuestra visibilidad. Todo el mundo está interesado en forjar alianzas con África, pero a veces esas alianzas no tienen en cuenta la legalidad internacional y los instrumentos jurídicos que están a nuestro favor. En este sentido, considero que la mejor forma de lograr un apoyo firme y real a nuestra causa, no solo en África sino en todo el mundo, es a través de la designación de las personas indicadas en los lugares indicados, así como de aprovechar todos los elementos políticos, históricos, culturales y jurídicos para impulsar la visibilidad y presencia de la RASD en un momento en que, para muchos, los intereses económicos están por encima de la ética y los derechos humanos.
Zrug Lula
zlula1980[at]yahoo.es
22.11.16
--------------
Este texto expresa la opinion del autor y no de los moderadores del foro.
22.11.16
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario